Europa: reformular politica migratoria

Más de 900 migrantes que intentaban llegar a Europa se han ahogado en el Mediterráneo en el año. Mientras, los barcos de rescate Open Arms y Ocean Viking se han pasado buscando un puerto seguro que permita el desembarque de su carga humana. Los campos de refugiados y de migrantes en la isla griega de Lesbos están desbordados y las condiciones en los centros de retención en Libia son igual de atroces. Turquía ha minado el acuerdo de 2016 que venía canalizando el flujo de migrantes hacia la UE. Si bien Europa quiere ayudar a los migrantes y respetar el derecho internacional, no quiere verse superada por la situación. Según el Tratado de la UE, cada Estado miembro gestiona por cuenta propia la inmigración desde fuera de la UE. Mas, no sería un salto gigante para los gobiernos acordar un objetivo de inmigración general a nivel de UE. Los Estados miembro podrían indicar qué países de origen y perfil de migrantes económicos prefieren, y los recursos presupuestarios de la UE necesarios para recibirlos. La UE necesita reparar su sistema de asilo: debe eliminar la insistencia insensible sobre la redistribución forzada de buscadores de asilo al interior de la UE. Puede implementarse un sistema fronterizo de asilo e inmigración plenamente eficiente. No se puede esperar que los Estados miembro de primera línea de la UE se las arreglen por sí solos frente a los migrantes ilegales que cruzan las fronteras externas. Los campamentos están superpoblados y los migrantes son abusados o enviados hacia el norte por autoridades desbordadas. La responsabilidad del primer Estado miembro donde llegan los migrantes debe estar complementada por la solidaridad europea. La UE también debe ofrecer experiencia y financiamiento para alinear prácticas y capacidades de gestión de las agencias de asilo nacionales. Así se respetarán las decisiones nacionales en toda la zona Schengen, garantizando la preservación de la zona de turismo de fronteras libres, alineamiento que permitirá que se comparta el proceso de solicitudes de asilo entre los Estados miembro. Para ayudar a garantizar la cooperación, debería movilizar todos sus instrumentos de política exterior e iniciativas en seguridad, comercio, energía, agricultura, industria pesquera, acción climática, transporte aéreo y salud; podrían ofrecerse objetivos de inmigración de la UE combinados con alianzas de competencias para una preparación para empleos en Europa a terceros países interesados en remesas estables, e intentar abordar las causas subyacentes de la migración: explosión demográfica en África subsahariana; cambio climático, que mina la seguridad alimenticia; pandemias recurrentes; el conflicto étnico y escasez de empleos. La asistencia de la UE debería centrarse en restablecer la estabilidad y reducir los riesgos respaldando la seguridad, la resiliencia comunitaria y la buena gobernanza. El éxito en este terreno hará que las inversiones sean más seguras y destrabará el financiamiento privado y doméstico, permitiendo que las economías nacionales crezcan, creen empleos y ofrezcan una alternativa a la migración. La nueva Comisión Europea tiene la oportunidad de lograr que la UE adopte una estrategia mucho más coherente y sostenida, interna y externamente.