Joachim Löw hace que Alemania varíe en sus formaciones para contrarrestar las virtudes del rival.

Sus estilos, en lo mas alto de Europa

Mañana se conoce el primer finalista entre Gales y Portugal, mientras que el jueves Alemania se mide con Francia en otro duelo de alto voltaje.

Los entrenadores de los cuatro semifinalistas de la Eurocopa manejan filosofías distintas, tanto en la propuesta futbolística como en el manejo del grupo.

Considerado como una de las sorpresas, Gales está entre los cuatro mejores en su primera participación continental.

Su entrenador, Chris Coleman, es un motivador. Su mensaje está relacionado con la entrega total al trabajo. Él cuenta que conversa con sus dirigidos sobre los fracasos sufridos antes, los convence de que cada juego es una oportunidad para triunfar. Su equipo es luchador.

Coleman se la juega por los suyos. Puso a su figura, Gareth Bale, como el mejor del mundo.

La filosofía de Fernando Santos, de Portugal, es muy cercana a la de su máxima figura, Cristiano Ronaldo. Los dos rayan en la obsesión por la victoria. Desde el día que llegó a la selección, Santos repite “vine a ganar, ganar, ganar”. Él cobija a ‘CR7’ y arma su discurso para ponerlo por encima de todos los futbolistas del mundo.

El técnico de Francia, Didier Deschamps, tiene una postura más conservadora. No le gusta apoyarse en una sola figura. Para él, el colectivo se impone. Mantiene a su grupo fuera de los conflictos, aunque hasta antes de la Eurocopa tuvo que sortear problemas disciplinarios.

Joachim Löw, de Alemania, tiene un estilo parecido. No le gusta meterse en polémicas y es un motivador. Una de sus anécdotas más recordadas ocurrió en la final de Brasil-2014. Antes de enviar a Mario Götze a la cancha le dijo: “ve y demuestra a todos que eres mejor que Messi”. Götze hizo el gol del título.

Mañana se conoce el primer finalista entre Gales y Portugal, mientras que el jueves Alemania se mide con Francia en otro duelo de alto voltaje. Las estrategias están en las pizarras y las cabezas, la meta es plasmarlas en el campo de juego.