Llegaron a la Casona Universitaria, a donde muchos asistieron a charlas y ceremonias durante su época estudiantil. Ahora lo hicieron como profesionales que integran una junta consultiva que aportará con ideas y propuestas que sirvan para sacar a la Universidad de Guayaquil de la crisis que obligó su intervención por parte del Consejo de Educación Superior (CES).

Gustavo Noboa Bejarano y Alfredo Palacio, expresidentes de la República; Francisco Huerta Montalvo, subdirector de Diario EXPRESO; Roberto Gómez Valdivieso, de la Asamblea Ciudadana Ecuador; Anunziatta Valdez y Katia Murrieta, abogadas; y Roberto Gilbert Febres-Cordero, director de la Clínica Guayaquil, forman parte de este ente.

Su tarea será verificar lo que ha hecho, está haciendo y piensa hacer la Comisión Interventora de Fortalecimiento Institucional (CIFI), que asumió sus funciones el 18 de octubre pasado, tras la pugna del rectorado por grupos políticos.

“La junta consultiva hará un acompañamiento de veeduría a nuestras funciones para impulsar los procesos necesarios que la ciudadanía y comunidad universitaria requiere para obtener una entidad de calidad”, explicó Roberto Passailaigue, rector de la universidad y presidente de la CIFI.

Cada integrante tiene ideas claras para lograr estos objetivos. Noboa, por ejemplo, cree que la reorganización de la universidad es fundamental y que se deben tomar medidas -así no le guste a la gente- que lleven a mejorar la institución.

“La universidad no puede morirse, hay que sacarla adelante”, remarcó, al criticar el recorte presupuestario para los centros de estudios superiores, por lo cual la ‘Estatal’ recibiría 20 millones menos en su presupuesto del 2019. “Que disminuyan otros gastos, a los pipones, pero no los recursos para la educación”, anotó.

Palacio dice que es necesario apoyar la devolución a la universidad del Hospital Universitario, que desde el 2013 está en manos del Ministerio de Salud. “Necesitamos tener una universidad con una cobertura ciento por ciento en términos de salud y con los más altos niveles académicos”, indicó, al destacar que eso se logra con cobertura y excelencia.

Gómez propone crear un consejo real de estudiantes y profesores para escucharlos, coordinar con ellos acciones para hacer juntos una mejor universidad para el país. “Creo que la mayoría tiene los mismos ideales y unos pocos están confundidos. Falta comunicación entre ellos. Nuestro aporte será guiar el diálogo y conversación porque de eso dependerá el futuro de la universidad”, expresó.

Huerta, en cambio, tiene una visión global del tema y propone un Plan Piloto Guayaquil, de lo que hay que hacer en Ecuador con la educación superior. “No solo son los temas tradicionales, hay que ponerse al día frente a la innovación y el avance científico tecnológico”.

Durante más de una hora, los integrantes de la junta consultiva escucharon al presidente de la CIFI, quien reveló que hay un informe de la Contraloría General del Estado con más de 3.200 observaciones que no han sido cumplidas. “Este es el reflejo de la inadministración y la falta de ejecutividad que hubo en administraciones anteriores”, manifestó Passailaigue.

El acompañamiento de la junta durará mientras se mantenga la intervención.

Para saber

Exceso de personal

En los últimos cinco años han contratado de manera provisional 1.300 personas que están en exceso. Se hace un estudio para optimizar los recursos de la universidad.

Anomalías

Hay concursos de méritos que no tienen soporte, entrega de becas en forma inadecuada y pago de horas extras en forma discriminada.

Informe

La próxima semana la CIFI presentará al CES un informe.