Agotamiento. Christian Cruz (i) y Romario Caicedo (d), durante el último cuarto de hora, cuando el partido se tornó de ida y vuelta. Emelec atacó incansablemente y Liga se defendió, e hizo lo posible para sorprender en el contragolpe.

La espera azul termina en Ambato

Emelec no pudo vencer a Liga y aplazó el festejo de la final. En la última fecha, un empate les bastará.

El Capwell acaparó nuevamente la ilusión azul por conseguir una etapa que se volvió eterna, pero Emelec tuvo que resignarse con un empate que extiende la agonía hasta la última fecha. Ayer, Liga de Quito se plantó en Guayaquil para evitar que el Bombillo selle su pase a la final y, por momentos, fue muy superior a los eléctricos.

A fecha seguida, la Caldera dejó de ser un fortín y aparentó haberse convertido en un escenario donde los rivales llegan para agrandarse y complicar. Y luego de no haber aprovechado esa localía, los dirigidos por Mariano Soso tendrán que definir el segundo semestre en Ambato, donde un empate les bastaría para disputar la copa ante el equipo de Ponciano.

La tensión creada en torno a un partido que anticipa una posible final de campeonato inició mucho antes del duelo. Declaraciones suspicaces por parte de jugadores de Liga de Quito, respecto al rival, reflejaban la clara preocupación ante las ausencias de jugadores claves: Fernando Guerrero, Gastón Rodríguez, Hernán Pellerano y Juan Luis Anangonó.

Sin embargo, el plantel de Pablo Repetto no sintió el vacío de sus referentes y supo compensarlo con la rapidez de Anderson y Jhojan Julio, hermanos que complicaron desde el inicio a la defensa eléctrica.

Liga fue mejor al arranque, durante un lapso en el que Emelec no encontró la posesión del balón y se le complicaban las transiciones de defensa a ataque.

Los pases largos y los centros al corazón del área fueron su vía de escape, misma que pudo haberles favorecido en varias oportunidades. La primera llegó al minuto 14, cuando Juan Carlos Paredes lanzó un centro desde el costado derecho que Brayan Angulo conectó de volea, pero Adrián Gabbarini manoteó para evitar la anotación.

Emelec erró mucho en mitad de cancha y dejó descubierta a su defensa. Situación que le permitió a Anderson Julio escabullirse hasta el fondo, pero sin ideas para asistir a sus compañeros. Para entonces, la falta de concreción ya era una similitud de ambos clubes.

Luego hubo dos acciones más, a los 30’ y 35’, en los pies de Hólger Matamoros y José Quintero, respectivamente. El primero, arrastró a los defensores albos, pero demoró al momento de sacar el remate. El segundo, quedó solo ante Esteban Dreer y su disparo fue despejado por el guardameta.

Ya en el complemento, los millonarios tomaron el control del encuentro, pero no de la manera suficiente como para romper el 0-0. Sus incansables intentos sucumbieron ante la muralla blanca que supo mantenerse firme. Y que, con algo más de eficacia, hubiese podido liquidar el duelo en uno de los contragolpes que generó y no supo aprovechar.

Al final, el Bombillo anticipó el grito de gol, luego de un cobro de tiro libre ejecutado por Pedro Quiñónez, cuando su cobro pegó en las mallas laterales del arco defendido por Gabbarini.

Ahora, Emelec tendrá que esperar seis últimos días para definir, de una vez por todas, su posible estadía en la final del campeonato ecuatoriano, donde tendrían que medir nuevamente a Liga de Quito, equipo al que no han vencido en todo el 2018.

Las dos caras

Lleno total

Con anticipación, los graderíos del estadio Capwell se llenaron en su totalidad para ver a Emelec. Y, a pesar de que la prohibición de bombos se mantiene, los hinchas no dejaron de alentar.

Conflictos

Tras la culminación del cotejo se generaron enfrentamientos entre hinchas de Emelec y Barcelona, fuera del estadio, mismos que no llegaron a mayores, según informó el ECU-911.