Guillermo Lasso (Compromiso Ecuador), Cynthia Viteri (La Unidad) y Paco Moncayo (Acuerdo Nacional), llamados por su aspiración presidencial a convertirse en voces autorizadas de la oposición, han evitado pronunciarse sobre algunos debates nacionales.

De espaldas a la realidad

Monotemáticos. Los principales candidatos de oposición a la presidencia llevan una agenda paralela a la actualidad, como demuestra una revisión de EXPRESO a los principales temas noticiosos de las últimas seis semanas.

Monotemáticos. Los principales candidatos de oposición a la presidencia llevan una agenda paralela a la actualidad, como demuestra una revisión de EXPRESO a los principales temas noticiosos de las últimas seis semanas.

Guillermo Lasso (Compromiso Ecuador), Cynthia Viteri (La Unidad) y Paco Moncayo (Acuerdo Nacional), llamados por su aspiración presidencial a convertirse en voces autorizadas de la oposición, han evitado pronunciarse sobre una larga lista de debates nacionales que incluye el golpe a la seguridad jurídica del caso Hoy, la legitimidad de la condecoración legislativa a la expresidenta argentina Cristina Fernández, el estado de la diplomacia nacional por el impase con Brasil tras la caída de Dilma Rousseff, la responsabilidad gubernamental de los retrasos en el acuerdo con la Unión Europea y, más recientemente, la repercusión de la fuga del exministro Carlos Pareja Yannuzzelli, cuya inclusión en la investigación por corrupción en el caso Petroecuador ha recibido respuestas de los presidenciables casi 72 horas después de conocerse.

No faltan canales de comunicación. Todos los candidatos cuentan con línea directa en los principales medios de comunicación. Y más: Lasso, que construyó un sistema de información a través de un grupo privado de WhatsApp de más de 1.500 destinatarios, acude al espacio para reacciones rápidas, compartir su agenda diaria y dar fe de sus encuentros ciudadanos en mercados y plazas. Viteri, que se mantiene presente cada mañana en radios y televisoras, basa su comunicación en un equipo que elabora boletines antes y después de cada pronunciamiento. Y Moncayo, el más reciente en ungirse como candidato, que se ha abierto a la coyuntura tras su confirmación, prefiere los contactos telefónicos y las declaraciones de pasillos.

¿Por qué entonces tantos temas quedan fuera de su agenda? Los integrantes de los equipos de campaña de las tres coaliciones, consultados por este medio, coinciden: “A los ciudadanos no les interesan estos temas”, dice un colaborador cercano a Viteri. “Los ciudadanos exigen solución a sus problemas”. En esa línea, el equipo de Lasso (y así lo ha admitido el candidato en público) deja “los temas y peleas políticas a los políticos”. Sus colaboradores son tajantes: “De lo que Guillermo tiene que hablar es de empleo”, recomiendan. Aun el círculo cercano a Moncayo, que empieza a tomar impulso oficial, considera que el perfil de su candidato “es el del diálogo y la propuesta. No necesita atacar a nadie. Ni lo desea”. Entre los asesores, la política de la confrontación ha muerto y, sobre todo, no genera votos. Ese es el mantra.

La búsqueda de votos se ha reducido entonces al rigor de las encuestas: donde hay número hay discursos. Las principales preocupaciones ciudadanas, según las cuatro principales encuestadoras, son: economía, desempleo, costo de la vida, la deuda, sueldos bajos, narcotráfico. Ninguna de estas percepciones ciudadanas se queda fuera. Todas forman parte de un discurso armónico en la oposición.

El resto no existe.