Festejo. Una integrante de la escuela Vila Matilde, en 2016.

Escuelas de samba se plantan en Rio

Un pulso por dinero amenaza el espectáculo más internacional y televisado de Brasil.

Un pulso por dinero amenaza el espectáculo más internacional y televisado de Brasil. Las escuelas de samba cariocas, que maravillan con sus desfiles a medio mundo cada mes de febrero, han anunciado que no desfilarán si el alcalde de Río de Janeiro, el exobispo evangélico Marcelo Crivella, no da marcha atrás en su decisión de reducir a la mitad el patrocinio municipal.

Crivella anunció esta semana que va a cortar el 50 % de los 540.000 euros de dinero público que cada una de las 12 escuelas del grupo especial, la primera división del carnaval, reciben para realizar sus desfiles en el Sambódromo.

Parte de esos recursos, aseguró el alcalde, irá para aumentar el presupuesto de guarderías con convenios públicos.

“El alcalde juega con el corazón del carioca. Esos extremistas religiosos destruyen cualquier manifestación que no pase por ellos”, dijo Milton Cunha, escenógrafo de desfiles y comentarista del carnaval.