Empresas ‘verdes’ una estrategia de negocio

Empresas ‘verdes’ una estrategia de negocio

Ecuador sigue madurando la idea de llegar a ser un país ‘verde’. Y el paso más fuerte quizá lo está dando el sector empresarial. La gestión ambiental, que antes parecía ser empujada solo por un compromiso social, hoy presenta nuevos avances.

Al menos un 51 % de industrias están realizando algún tipo de inversión para institucionalizar políticas o proyectos que tengan como fin disminuir el impacto ambiental que generan. El 49,54 % cuenta con al menos una persona para fomentar este tema.

Esa es una realidad que está reflejada en la reciente Encuesta de Información Ambiental Económica que el INEC aplicó a cerca de 4.000 empresas del país, pero que también perciben los expertos. Hace seis años, cuenta Jacinto Monserrate, gerente de Ecoproyectos de Sambito, la acción empresarial estaba movida por la obligación legal de reconocer el impacto que la labor industrial genera, pero hoy esa labor va muchos más allá. Existen muchas empresas, explica, que en los últimos años vienen adoptando de forma voluntaria sistemas de medición de huella de carbono que les ayuda a fijar el nivel de contaminación que provocan, con el fin de remediarlo y compensarlo.

No obstante, esa es una segunda etapa que en el país aún debe consolidarse y en esto aportan instituciones como Sambito que actualmente orienta sobre el tema a más de 25 compañías. Hay mayor interés, dice Monserrate. El tema ambiental poco a poco empieza a incluirse en la evaluación de procesos industriales, no solo como estrategia de responsabilidad social sino como solución del ahorro de recursos.

Así lo ratifica también la encuesta del INEC, que sostiene que el 73,18 % de empresas están apuntando, sobre todo, al uso eficiente de la energía eléctrica. El 63 % trabaja en labores de reciclaje y el 55 % en manejo de residuos.

Un ejemplo de esto último es Unilever Ecuador. David Balladares, gerente corporativo de la firma, señala que una buena gestión de residuos les ha permitido disminuir hasta un 40 % sus desperdicios. No se trata de una política aislada, aclara, sino de una medida que se deriva de un plan de sostenibilidad que la empresa viene aplicando desde el 2010.

Para Balladares, trabajar en este tema se vuelve atractivo cuando se detectan y aprovechan nuevas oportunidades. También, dice, “es cuestión de generar negocios y ahorros a la compañía”. Ellos empezaron por reutilizar el agua y otros recursos que utilizan en sus procesos productivos, ahora están en el proceso de sacar provecho a los residuos alimenticios.

“Más allá de lograr un ahorro económico, es tener una conciencia de no utilizar recursos en demasía”, apunta.

Virgilio Benavides es el subsecretario de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente. Él explica que en este fomento han ayudado las leyes, pero también los incentivos que desde el 2012 el Estado viene creando para reconocer la labor empresarial. Uno de ellos: el pago de menos impuestos al SRI, a través de la deducción de la depreciación anual de maquinarias y equipos. Desde ese año, dice, han emitido 50 autorizaciones ambientales y han certificado 86 casos de empresas que, con una buena gestión, han logrado ahorros de $ 57 millones en el uso de recursos como agua, energía y combustible. Las empresas, dice, saben que se trata de un ganar-ganar. No solo es cuestión de lograr una producción más limpia y eficiente sino de ganar prestigio que les permita vender sus productos a nivel internacional.

Ecuador sigue madurando la idea de llegar a ser un país ‘verde’. Y el paso más fuerte quizá lo está dando el sector empresarial. La gestión ambiental, que antes parecía ser empujada solo por un compromiso social, hoy presenta nuevos avances.