
A Emelec no lo den por muerto
Era el único resultado que les servía. Emelec viajó con antecedentes negativos hacia Colombia, donde solo había ganado una vez por Copa Libertadores (en 1980 al Santa Fe). Pero el fútbol sigue demostrando lo extraño que puede ser.
Era el único resultado que les servía. Emelec viajó con antecedentes negativos hacia Colombia, donde solo había ganado una vez por Copa Libertadores (en 1980 al Santa Fe). Pero el fútbol sigue demostrando lo extraño que puede ser. A pesar de que perdió a domicilio con el más débil del grupo (Melgar), le robó puntos al líder (River Plate) y derrotó a su rival directo (Deportivo Independiente de Medellín), despertando el sueño copero. Ahora dependen de untriunfo para ir a octavos.
Los dueños de casa salieron al campo del Atanasio Girardot con la máquina al máximo. Mucha velocidad por las bandas y control por la mitad, pero no le tomó mucho a los eléctricos agarrar el ritmo del Medellín. Solo tres minutos transcurrían cuando Brayan Angulo logró marcar el primer gol y dio el abreboca de lo que sería un partido de infarto.
Los colombianos eran peligrosos cuando jugadores como Valentín Viola o Juan Fernando Quintero tenían la pelota en sus pies, pero los eléctricos -que han sido criticados duramente por sus errores defensivos- se mostraron más sólidos gracias al arduo trabajo de Pedro Quiñónez y Fernando Gaibor en el medio campo.
La pareja de volantes centrales le ganó la mitad a los dueños de casa y cuando más se atrevía Emelec y replegaba con coherencia, retener la pelota en el área azul desembocó en la igualdad de los cafeteros. El partido estaba abierto.
Pero quien se incentivó con esto fue Emelec. Trabajó en equipo, defendía en bloque y atacaba con mucha velocidad con Romario Caicedo -quien volvió y fue clave para la victoria- y Ayrton Preciado.
Los de Alfredo Arias empezaron a creer en su habilidad y luego de que Bruno Vides no pudo controlar un centro preciso de Gaibor, Angulo marcó su doblete en Copa que iluminaba la senda eléctrica en este certamen.
El gol anulado trajo indignación a los azules y la segunda etapa la afrontaron con mayor entereza. Actitud de quedarse con la victoria y defender a capa y espada el resultado, dosis que le sirvió a los azules.
Los últimos 25 minutos fueron de puro drama. El DIM estaba volcado en el área azul e intentaba con centro, pelotazos y disparos de media distancia. Dominaban el campo, pero Emelec estaba cómodo.
El Bombillo lo pudo sentenciar en los últimos minutos, pero la angustia se extendió -extrañamente- hasta los 97 minutos. Emelec dio el batacazo en Colombia y cuando parecía que iba a ser otra Libertadores para el olvido, la jerarquía que le atribuyen renació.
Un arbitraje lleno de polémicas
El charrúa Daniel Ferdoczuk fue el antagonista del juego desde el gol anulado a Fernando Pinillo, según porque no había pitado, hasta los siete minutos de adición que dio y que alargaron el drama.