Eficiente. Osbaldo Lastra (i) y Jorge Guagua (d) felicitan a Brayan Angulo, autor de los dos goles con los que Emelec venció anoche a Independiente en el estadio Banco del Pacífico-Capwell. Los azules están cerca de la meta.

Emelec da un paso mas hacia la final

Lo que pudo haber sido una goleada terminó en una dramática victoria ante Independiente. El Bombillo se consolida como líder.

La hinchada azul pasó en pocos minutos de la emoción de lo que podía ser una fácil goleada, al sufrimiento de ver cómo Independiente del Valle ponía en peligro la victoria (2-1) lograda anoche en el estadio Banco del Pacífico-Capwell y que deja a Emelec más cerca de ganar la segunda etapa del campeonato ecuatoriano de fútbol, lo que le permitiría disputar en diciembre el título con Delfín.

Los dos goles de Brayan Angulo habían encaminado el triunfo del Bombillo, que entre los minutos 63 y 69 dispuso de cuatro claras opciones para ampliar la diferencia, incluso con una acción en la que el árbitro Vinicio Espinel sancionó de forma errada una supuesta posición adelantada de Ayrton Preciado, que había terminado en el fondo de la portería defendida por Adrián Bone.

El aplastante dominio azul tuvo un impulso adicional desde el minuto 56, cuando Gabriel Cortez dejó en inferioridad numérica a su equipo, por insultar a uno de los jueces asistentes. En ese lapso, Bone sacó casi de la raya tres disparos de Preciado, Fernando Gaibor y Osbaldo Lastra.

Alexis Mendoza, técnico del cuadro del valle, corrigió sobre la marcha, refrescando toda la línea ofensiva con el ingreso de Billy Arce, Felipe Mejía y Julio Angulo, en sustitución de Michael Estrada, Efrén Mera y Kenner Arce, respectivamente.

Los cambios dieron efecto inmediato. Independiente equilibró la balanza, restándole presión a su zaga y saliendo en veloces contragolpes. En uno de ellos, Angulo combinó con Mejía, quien puso el tanto del descuento.

Viejos fantasmas comenzaron a rondar en la Caldera. En más de una ocasión el finalista de la Copa Libertadores de América se llevó puntos de este escenario, por lo que Alfredo Arias tuvo que corregir sobre la marcha. Dejó de lado la ansiedad por volver a golear y comenzó a priorizar la posesión de la pelota. Le dio entrada a Romario Caicedo y a Marcos Mondaini, con quienes logró “quemar minutos”, asegurando los tres puntos que le permiten ampliar la distancia en la tabla de posiciones.

El fin de semana los millonarios visitarán a Liga de Quito. Si ganan y El Nacional y Delfín no lo hacen, habrán ganado la segunda etapa. MGD