Usuarios. Desde hace más de un año los usuarios reportan quejas, este año las denuncias se multiplicaron.

La Electrica admite fallas en la lectura del consumo

CNEL responsabiliza a una anterior contratista. Reconoce que facturó basada en promedios. Expertos señalan que esos errores no los debe asumir el cliente.

Es grave. Y según expertos, además, es ilegal. Tras las numerosas e incesantes quejas de los usuarios por las alzas en las planillas, la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) admitió ayer no solo que hubo errores en la lectura del consumo de energía -que los atribuye a la empresa pública que contrató para el efecto- sino que decidió facturar basada en los promedios anteriores.

“Existía una empresa contratada (Sercoel), que a partir de octubre de 2018 empezó a tener falencias, de hecho está en liquidación. Lo que ocurrió es que, efectivamente, muchas veces no se tomaron las lecturas reales (del consumo)”, explicó Wilfrido Veintimilla, gerente general de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).

Sercoel es una empresa pública que inició su labor el 18 de enero de 2008, para prestar servicios de control de pérdidas de energía, informáticos y convencionales de los procesos de lectura de consumos, facturación, recaudación, recuperación de cartera y servicios a los clientes.

Ante las fallas de Sercoel, la Unidad de Negocios de CNEL -continúa Veintimilla- sacó un promedio estimado y “eso es lo que iba saliendo en la facturación”. Cuando el consorcio Proyelec, la empresa que ahora cumple las funciones de Sercoel, encontró un diferencial entre la suma de todos los meses (que fueron estimados promedios) con el valor real, sumó todo el consumo y cobró este verdadero valor, indica.

Como resultado de ello, el cliente final terminó por recibir el valor total del consumo con un incremento considerable, admite Veintimilla.

Al respecto, María José Troya, directora ejecutiva de la Tribuna Ecuatoriana de Consumidores y Usuarios, recuerda que el cálculo estimado que hizo CNEL está prohibido por la ley.

“Al menos, en las zonas que hay acceso, urbanas, no se puede hacer cálculos estimados. Y eso es justamente lo que ellos han estado haciendo. Eso es una falta al derecho de la información exacta que tenemos los consumidores”, afirma.

Efectivamente, la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor, en su artículo 40, sobre los valores de las planillas, lo estipula. “Es un derecho del consumidor conocer el valor exacto que debe cancelar (...), por tanto, queda prohibido el planillaje en base de sistemas diferentes a la medición directa, tales como valores presuntivos o estimativos, con excepción del sector rural que no disponga de instrumentos de medición”.

Troya insiste en otros dos temas: que los errores en la medición no deben ser asumidos por los clientes y que “cuando se hace un reclamo, solamente se ha de pagar el promedio de los últimos seis meses, no lo que le dice la empresa”.

Según Veintimilla, los casos de facturación indebida pueden ser de dos tipos: el cliente al que se le tomó una medida de consumo, por debajo del real; o el que tuvo que pagar un valor mayor al que consumió.

“Si es que hay que cobrar el valor del consumo que no ha sido registrado, hay que hacerlo. Pero, asimismo, si hubiese el caso a la inversa (cobrado demás) ese valor va a ser restituido. (...) Yo me atrevo a asegurar, que el mes de junio la situación se va a ver notablemente favorable”, menciona.

Francisco Ycaza, abogado civil, explica que la ciudadanía puede tomar medidas al respecto. “La Constitución protege, por sobre todo, los derechos del consumidor. Esta empresa hizo mal las mediciones, pero finalmente era CNEL la que expedía las facturas. El Estado y todos los afectados pueden denunciar a CNEL y esta a la empresa que se equivocó”, dice.

EXPRESO consultó a la Agencia de Regulación y Control de la Electricidad (Arconel). Desde el departamento de Comunicación indicaron que es un asunto que deberá ser resuelto por la propia CNEL. “En todo caso, suponemos que en esta semana, las autoridades gubernamentales se reunirán para determinar medidas”.

Afectados

Las quejas se mantienen

Sea mediante redes sociales o como anticiparon las quejas de este Diario el mes pasado, la incomodidad ciudadana continúa. “Pagar $ 437, una familia de tres personas es inaudito. Por qué debemos pagar un atraco de un servicio básico. Es un asalto a manos armada a la clase media guayaquileña”, opinó la guayaquileña Cecilia Bossano.