Pedro Kuczynski es el presidente electo de Perú al obtener el 50,12 % versus el 49,8 % de Keiko Fujimori, que en los primeros comicios ganó con el 39,85 % versus el 20,99 % de Kuczynski. ¿Cómo pasó esto? En la primera vuelta había más candidatos, lo cual hizo que la división del electorado catapulte a dos específicos, en un claro ejemplo de transformación de voto perdido a voto utilizado que sucede en política.

Influyó en algo que la candidata que obtuvo el tercer lugar con 18,86 % sugiriera votar sobre determinada persona. Independientemente de no tener afinidad de ideología en política, el bien del país pesó más que las diferencias. Eso muestra que hacer alianzas (duraderas o temporales) puede hacerse cuando se quiere, y no se necesita anunciarla con bombos y platillos o con foto al ‘Face’.

El voto es una decisión personal donde las emociones tienen espacio, activándose según los recuerdos favorables o negativos que registre la memoria y por los intereses personales, como también por la ausencia de pensamiento crítico para sopesar las consecuencias que vendrán al país al estar ‘X’ persona en el poder,

El apellido identifica a la persona y también para que lo haga el electorado en el momento en que los descendientes de políticos deseen incursionar en el campo político. Que lo de Perú 2016 sea una lección para que los políticos ecuatorianos reflexionen que con sus actos están construyendo su propia marca y directamente la de sus hijos.

Isabel de Cordovez