Elecciones en tiempo de fiesta

Elecciones en tiempo de fiesta

Sacarle rédito electoral a una época atípica del año puede ser un arma de doble filo. Habrá quienes lo vean como un aprovechamiento de una fiesta religiosa y un malgasto de recursos dinero.

Fiestas y elecciones. Sacarle rédito electoral a una época atípica del año puede ser un arma de doble filo. Habrá quienes lo vean como un aprovechamiento de una fiesta religiosa y un malgasto de recursos dinero. No obstante, todo depende de cómo se lo haga, coinciden algunos expertos en comunicación política y organización de campañas.

Alfredo Dávalos, catedrático universitario y consultor político, cree que las organizaciones políticas y sociales inscritas para la campaña electoral por la consulta popular pueden sacar beneficio de esta época en la que los votantes piensan más en los regalos, las cenas familiares y comprar el año viejo. Todo depende, explica, de la estrategia y hace una advertencia: “Hay que tener mucho cuidado cuando un político no le agrada mucho a la gente. Los eventos en esta época dan réditos si son bien planificados, pensados y estratégicos”.

El consultor cita como un ejemplo de rédito indirecto de un evento de esta época a la Teletón, que tiene como uno de sus benefactores al alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Si bien él no aparece ondeando una bandera política o promocionando una tesis, es inevitable no relacionarlo con el quehacer político nacional.

Un ejemplo de un evento que no reúne estas características, según Dávalos, son las usuales entregas de juguetes y agasajos navideños que organizan casi todos los partidos y movimientos políticos en sectores de escasos recursos.

Para Daniel Molina, politólogo y estratega, califica a estas prácticas como básicas y muy antiguas de las organizaciones que no inclinan la balanza ante un candidato o postura electoral, suponiendo que ese es el beneficio indirecto de este tipo de eventos. “Lo que determina votación es cuando estén (los líderes políticos) con ellos (los votantes) en el día a día. Son estrategias básicas y antiguas aprovechar las fiestas, estar con la gente, llevarles regalos. Después llega otro político y lo reciben de la misma manera”.

Lo que ambos consideran un error, al igual que el comunicador político, Pablo Jaramillo, es hacer campaña directa en esta temporada de fiestas. “Es malgastar el tiempo”, asegura Molina. Mientras que Dávalos lo ve como “botar el dinero”. Hace pocos días, pancartas a favor del sí aparecieron colgadas en el puente de la Unidad Nacional en Guayaquil. Sin embargo, Jaramillo cree que si los políticos transmiten un mensaje más acorde a la época y logran colar el tema electoral muy sutilmente en sus palabras “podría tener relativo éxito”, tomando en cuenta que todos los políticos aprovechan la época para bajar el tono de sus discursos y lanzar este tipo de mensajes. “La época es mala para hacer política electoral, pero buena para un mensaje más familiar”.

¿Qué es lo recomendable? Los tres expertos coinciden en que las organizaciones políticas y sociales, ahora a puertas de la campaña por el referéndum y la consulta popular, deben dedicar estos días a armar su estrategia y ultimar los detalles para lo que será el inicio de la campaña electoral, el próximo 3 de enero. Lo hizo el frente Somos Ecuador en Guayas hace pocos días y seguramente lo hacen y harán el resto de movimientos, partidos y organizaciones sociales.