Elecciones y educacion superior

Recientemente, reflexionando sobre los fines de la educación superior, más allá de únicamente la formación profesional con metas estrictamente utilitarias, en función de ser mano de obra especialmente calificada para servir a los intereses de los sectores productivos, se sugería en este mismo espacio, a las autoridades recién electas de la Universidad de Guayaquil, la conveniencia de un amplio debate que garantice un futuro de horizontes más amplios a las nuevas generaciones de graduados. Obtener un título para, exclusivamente, tratar de garantizar un trabajo, ha devenido en prosaico como objetivo de vida y uno de los esfuerzos de los nuevos dirigentes de la educación superior pública debería ser el devolverle prestigio a los diplomas que otorga. Esfuerzo sobre el que igualmente deberían de pronunciarse quienes aspiran a dirigir dentro de poco el destino nacional.

Es importante que se hayan emitido pronunciamientos por parte de algunos de los candidatos a la Presidencia de la República respecto al derecho que tienen los que inician su carrera universitaria a decidir la facultad en que quieren hacerlo pero, la decisión de actividad a la que probablemente van a dedicar el resto de su existencia requiere de un análisis más serio y más profundo, que buena falta está haciendo y que sería de alto beneficio que se propusieran dar a conocer al electorado.

Bien se ha dicho que un país es lo que son sus universidades. Por supuesto, es también cierto lo contrario: las universidades reflejan al país que las cobija. Sin entrar en discusiones que podrían devenir en bizantinas, es vital conocer qué piensan al respecto los aspirantes a dirigir la República. Por supuesto, y no solo en razón de autonomía, sino porque se supone son los más calificados para emitir propuestas, bien harían las autoridades académicas en someter sus planteamientos de reforma de la educación superior al juicio de los ciudadanos y sus potenciales conductores.

En definitiva, es de importancia primordial que en la agenda de ofertas y temas a poner a consideración de los electores, figuren asuntos vinculados al mejoramiento de la educación en general y de la superior en particular. El cambio que se pregona necesario tiene entre sus mayores sustentos lo que se modifique respecto a los fines de la instrucción superior.