Actualidad

Educacion y rigidez

Cuando los procesos y las evidencias son más importantes que el alumno, cuando el método pedagógico y la cuadratura mental están por sobre el caso, algo están haciendo mal los administradores educativos, sean estos nacionales, regionales o institucionales.

Como tantas veces lo hemos dicho, el hecho educativo es un acto estrictamente humano, por lo que hemos de estar abiertos al imprevisto, a la especificidad, al trato diferenciado. Resolver en educación no es recetar aspirina para curar todos los dolores de cabeza, resolver en educación es enfrentar las particularidades del alumno para poder solucionar ese caso particular.

Como los dedos de una mano, los hijos de una misma familia son diferentes, y en el mundo de la clase, que alcanza a tener personalidad y características propias, claro que existen las individualidades a las que se debe atender.

No demos recetas universales para una ciencia que siéndolo es también arte, que puede llegar a ser artesanía, porque el educador talla y pule uno por uno a sus estudiantes. El genérico no basta, la atención debe ser individualizada.

Cuando ponemos énfasis exagerados en procesos y evidencias por parte de distritos, zonas y planta central, nos aterramos, porque vemos que estamos exigiendo respuestas robotizadas a una acción, que por ser esencialmente humana, demanda características diferenciadas en cada uno de los integrantes y concurrentes al acto de enseñar y aprender.

No busquemos esquemas generalizados y universales que encuentran y descubren a cada paso su inutilidad e ineficiencia porque no son operativos, porque no se pueden aplicar a todos, porque cada quien en educación reclama el respeto de su propia identidad.

Educar no es trabajar en una línea de producción en la que todas las cápsulas han de salir iguales, en la que todas las botellas deben tener el mismo acabado; educar es trabajar en el talento del niño y el joven, haciéndolo relucir y resaltar en sus particularidades.

No formamos ni queremos formar seres idénticos, de un pensamiento único o de un único actuar. Se forma en la pluralidad y en el encuentro entre diversos.