SALON DE CLASES HUGO ORTIZ
Aulas. En 2019, el Ministerio de Educación recogió experiencias de docentes sobre educación sexual.ALEX LIMA

La educación forma jóvenes sexualmente inconscientes

No hay las materias en las mallas curriculares. El consentimiento sexual no es necesariamente informado y los núcleos familiares deben involucrarse

Aprenden al paso. Las relaciones sexuales consentidas entre adolescentes de 14 a 17 años abrieron el debate sobre si los jóvenes ecuatorianos están capacitados para medir las consecuencias de sus acciones. En especial, ante un tema de reserva en las aulas de clase y en los hogares.

La Corte Constitucional, en su sentencia emitida el 26 de diciembre de 2021, declaró la inconstitucionalidad del artículo 175, numeral 5, que no reconocía la relevancia del consentimiento en las relaciones sexuales entre adolescentes. “La Corte estableció que la evaluación del consentimiento es relevante para establecer si existe una conducta que debe ser penalmente sancionable o si es resultado de la evolución de las facultades para ejercer sus derechos”, dicta el comunicado difundido por la Corte. Además, señaló que el artículo, tal como está, “desconoce su calidad de sujetos de derechos”.

Sin embargo, la psicóloga clínica y profesora universitaria, María Fernanda Andrade, reconoce que el consentimiento sexual no es igual a un consentimiento sexual informado. Es decir, según Andrade, que “el instinto de reproducción hace que las personas necesiten su vida sexoafectiva sin tener información técnica de cómo funciona su cuerpo”. También hace hincapié en que la sexualidad “no solo se enseña de una forma académica”, sino que está relacionada con “su mundo sexoafectivo, cognitivo, cultural y espiritual”. Esto sumado a que “no hay un programa estandarizado de educación sexual” en las escuelas y colegios públicos; y que en las privadas “se salen de las recomendaciones y crean sus materias de educación sexual”.

No existe un programa estandarizado, en la educación pública, que enseñe educación sexual

María Fernanda Andrade
​Psicóloga y profesora universitaria

La exprofesora del colegio Vicente Rocafuerte y madre de familia, Lorena Pérez, señala que desde hace cuatro o cinco años, aproximadamente, “hay ciertas rutas como la de violencia sexual, entre otras, para dar charlas”. Sin embargo, indica que en colegios grandes como el Rocafuerte, las psicólogas “no se alcanzan” para abarcar a todos los estudiantes. Esto sumado a que las capacitaciones no cuentan con un espacio en la malla curricular y que se busca el apoyo de los docentes para destinar horas de otras materias, como Ciencias Naturales, para dar las charlas. También indica la necesidad de establecer materias de educación sexual “para que los jóvenes tengan herramientas para discernir” y que no aprendan “a través de los amigos y videos en internet”.

Por su parte, la subsecretaria de Innovación Educativa y Buen Vivir, Diana Castellanos, en entrevista con EXPRESO, indicó que el tema de sexualidad no es una materia en las mallas curriculares porque “sería hablar (de la sexualidad) en un solo momento” y que, en realidad, “se aborda en las diferentes etapas de la vida”.

Más allá de la información, (la sexualidad) es el acompañamiento en la formación de los adolescentes

Diana Castellanos
S​ubsecretaria de Innovación Educativa y Buen Vivir

Según explicó Castellanos, la cartera de Educación elabora “guías de oportunidad curricular” para la educación sexual que busca espacios en las “materias de tronco común donde se pueda abordar la sexualidad”. Esto, según la subsecretaria, se aplica, en las materias de Matemáticas, Lengua y Literatura; Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Sin embargo, en el caso del bachillerato, se lo hace también en Biología y Química.

INSUMOSHasta finales de enero de 2022, el Ministerio de Educación prevé entregar 2.000 guías de oportunidades curriculares para la educación sexual.

Por otro lado, el tema de la sexualidad en las familias “es bastante variable”, dice la psicóloga Andrade. Además, indica que el problema está en “qué tan cercano es papá y mamá con su hijo” para comunicar lo que es importante para cada familia. Esto para evitar una visión “adultocéntrica” y poder hablar de la prevención de embarazos, las enfermedades de transmisión sexual (ETS), entre otras cosas. Por su parte, la exdocente Pérez reconoce que “hay una desconexión (de los padres con los hijos) por el trabajo y otras responsabilidades”. Además, que el tema “es un tabú en la mayoría de familias” y que “no se toca la realidad de lo que les pueda pasar (a los jóvenes)”. Así como la necesidad de “establecer puentes” entre los padres de familia y las instituciones educativas para una formación integral.