Sueña con retirarse manejando dos hoteles: uno que opere en las montañas y el otro, en la playa.

Edmundo Kronfle: “Soy un hombre de retos”

Responsable con los negocios que lidera y con su familia. Disfruta de los deportes. Ha tenido el privilegio de estar en siete mundiales de fútbol.

Le agradecemos a Edmundo su tiempo y le confesamos que nos sorprendió saber que era mucho más joven de lo que imaginábamos. No solo es quien maneja la cadena de hoteles Oro Verde en el país, sino padre de tres hijos. Está casado con Mónica González.

¿Ecuatoriana?

No, estadounidense y de padres cubanos. Nos conocimos en los Estados Unidos, país donde fui a vivir luego de que mis padres se separaron. La conocí en época de colegio. Nos enamoramos más tarde, durante mi vida universitaria mientras estudiaba Finanzas en Florida Internacional University.

Pensé que había estudiado Hotelería...

No, eso fue después. Le cuento que cuando regresé al país, mi abuelo materno, Pepe Antón, que era uno de los socios fundadores del hotel Oro Verde, me propuso que manejase las empresas. Consideraba que yo era el ideal. Así empezó mi carrera de hotelero, desde abajo, pelando papas, tendiendo camas. Mi abuelo me decía que yo tenía que saber hacer de todo y hacerlo bien. Por eso me fui a hacer una maestría en Hotelería y Turismo por dos años en EE. UU.

El Oro Verde tiene una historia de treinta y ocho años, aproximadamente, la cual empezó con la inversión mayoritaria de la familia Antón a la que hoy Edmundo tiene que multiplicar favorablemente. En un futuro próximo contará con el apoyo de uno de sus dos hermanos que está realizando una maestría en Hotelería.

¿Cuántos hermanos son?

Somos tres varones y una mujer. Espero que el menor de mis hermanos se incorpore al equipo.

Un equipo que maneja ya seis hoteles...

Al inicio yo empecé manejando cinco hoteles, ahora seis. Hotel El Parque fue mi primer proyecto y la verdad fue duro hacerlo. En primer lugar, el desafío de construir conservando el diseño de una répilca hueca del hospicio de la Junta de Beneficencia. Había que respetar el estilo de ventanas clásicas, trabajar desde un edificio bien cuadriculado. Entre diseño y diseño hemos obtenido habitaciones grandes, con áreas sociales e internas. Quedó perfecto y en armonía con el estilo que ofrecemos.

Otro factor que hizo complejo el reto es que la propiedad es del Estado y la alianza estratégica siempre puede verse amenazada por los cambios institucionales e incluso la desaparición de ciertas instituciones como sucedió en este caso. Hoy está a cargo de Inmobiliar.

¿La inversión fue mixta?

Sí, prácticamente mitad, mitad. Una de las obligaciones estatales es la de mantener en perfecto estado el entorno, esto es el Parque Histórico, porque los huéspedes se sienten atraídos por eso y caminan por sus alrededores y siempre aspiran a disfrutarlo intacto. Finalmente, ha sido un proyecto muy significativo para mí. Aquí hay muchas cosas de mi abuelo como cuadros, libros y adornos.

¿Qué heredó de él?

Mucho. Viví con él algunos años. Muchas veces preferí quedarme charlando con mi abuelo a salir con los amigos; fue generoso en compartir conmigo sus historias y aventuras. Hoy construyo mis propias historias de valores, por eso puedo decir que soy básicamente un hombre familiar. Recuerdo ir con frecuencia al estadio, quizás por eso me gusta y estoy al tanto de casi todos los deportes.

¿Alguna aventura deportiva especial?

He hecho un par de competencias, me gusta correr. Una excelente experiencia fue competir hace cuatro años en un triatlón en San Francisco, California, que se llama El escape de Alcatraz. El agua es helada, congelada. ¡Fue fantástico!

¿Cómo se le ocurrió participar de ese tipo de competencia?

Porque un amigo me dijo que no solo es difícil hacerla sino ser aceptado como competidor. El sorteo se realizó y fuimos favorecidos. Este año animé a otro amigo, Ricardo Vásquez, para repetir la hazaña en junio del 2019.

Edmundo cuenta sus experiencias con gran entusiasmo. Es un hombre joven preocupado de su familia y empresas, pero también de mantenerse en forma y alerta, aceptando retos nuevos. “Siempre me pongo metas. He aprendido a ser tolerante, soy tranquilo con mis hijos y cuando exploto lo hago sin gritos. Soy muy respetuoso con la familia y en el trabajo, de cierta manera, sufro”.

¿Por qué?

Porque me lo tomo muy en serio, aunque esta sea una empresa familiar es manejada profesionalmente. Tenemos un directorio con el cual nos desarrollamos en una cultura organizacional con reglas muy claras. Eso es muy bueno, pero es muy demandante, la empresa siempre se ha manejado así.

Si no manejara hoteles, ¿en qué otros negocios incursionaría?

Un plan B sería la industria del deporte. Soy fanático de ir a los eventos deportivos. He tenido el privilegio de estar en siete mundiales de fútbol.

PERSONAL

- Edad: 35 años.

- Cargo: Director ejecutivo de la cadena de Hoteles Oro Verde.

- Estudios: Pregrado en Finanzas en la Florida International University. Maestría en Hotelería en la Universidad Tulane, EE.UU.

Hijos: Valentina (5 años), Mateo (3) y Edmundo (tres meses).