El reciente fin de semana, las carreteras del país volvieron a cubrirse de muerte y desesperación por varios accidentes que dejaron el saldo de algunas víctimas mortales y de un buen número de heridos.

Ello ocurre sin importar las advertencias y pedidos hechos a los conductores de vehículos por las autoridades de tránsito que insisten debe haber mayor atención al momento de conducir. Además, que no se maneje tras haber ingerido bebidas alcohólicas, que no se hable por celular cuando se conduce, entre otras indicaciones sustanciales para preservar la seguridad de ocupantes de vehículos.

Estos trágicos acontecimientos que ahora tenemos que lamentar y que enlutan a varias familias ecuatorianas van en aumento, y ocurren los percances incluso en autopistas amplias con varios carriles.

Preocupa, además, porque estamos a pocos días de que se inicie un largo puente vacacional que hará aumentar el flujo vehicular en las carreteras, lo cual podría contribuir a aumentar choques y volcamientos y, por ende, el número de muertos y heridos.

La CTE debe empeñarse y ejercer un riguroso control, sobre todo en las carreteras que conducen a los balnearios.