Editorial: Imitable gesto positivo

Con espíritu de confianza y no de venganza y, sobre todo, de amor a su ciudad, el colectivo capitalino con sus integrantes vestidos de blanco portando escobas en sus manos, así como fundas de basura, realizó el pasado domingo una gran minga que tuvo como finalidad recuperar la vida y el movimiento del Centro Histórico, que fue -en buena parte- destruido por los vándalos que se introdujeron en la movilización indígena y, durante cerca de 2 semanas, causaron destrucción, violencia y robo en nuestra capital.

Este positivo acto que se llevó a cabo ha causado la admiración y solidaridad de todos los ecuatorianos que también se han sentido heridos por esa ofensiva destructora de quienes, se presume, actuaron organizados por ciertos sectores políticos que pretenden no solo retomar el poder, sino también que se dejen en la impunidad los graves actos de corrupción que ya se están investigando.

Aún no se ha podido realizar una cuantificación total de las pérdidas sufridas en el casco colonial de Quito, en donde estaban instalados los bienes históricos y, por lo mismo, intangibles destruidos por los vándalos.

Vamos, pues, hacia una recuperación con el apoyo del pueblo ecuatoriano.