Ecuador en hora sudamericana
Nunca había vivido Sudamérica una situación tan dramática como la actual. La crisis humanitaria que afecta a Venezuela por la incapacidad y la corrupción del gobierno chavista, abre un escenario espeluznante, nunca antes visto por sus dimensiones y por la tragedia. Todos los países sudamericanos viven un contexto política y socialmente inédito. Tres millones y medio de exiliados que pueden llegar a cinco y que ven agonizar impotentes a sus seres queridos por el brote de enfermedades que fueron erradicadas hace tiempo; la muerte lenta de los venezolanos que están en su país y que no tienen comida, agua potable, seguridad ni medicinas básicas. Los médicos, incluso, no pueden informar las causas de defunción de la gente ante las emergencias probables en salud pública, antes no imaginadas, de proporciones hemisféricas, advertidas por The Lancet. Todavía hay gente buscando alimentos en la basura y se cometen suicidios por desesperación. Todo esto sucede en un país millonario en recursos y líder regional en democracia, que se encuentra hoy en bancarrota total. Macondo al revés: el despilfarro más gigantesco e increíble de toda la historia republicana. Venezuela vive realmente en tinieblas.
En este inédito escenario, el gobierno ecuatoriano se ha pronunciado por la democracia, los derechos humanos y la solidaridad con el país hermano. Reconoció al gobierno interino del presidente Juan Guaidó, a quien recibió oficialmente la semana pasada. Fue un claro mensaje de reconocimiento, pero también de aliento y de protección al joven mandatario.
Esta semana, el gobierno del presidente Moreno comunicó oficialmente el retiro del país de Unasur: “Unasur se transformó en una plataforma política que destruyó el sueño de integración que nos vendieron”. En un gesto de defensa de nuestros valores, ordenó el retiro del frente del edifico de la estatua de Néstor Kirchner, uno de los compadres regionales de la gigantesca estafa que hemos vivido a nivel sudamericano.
Hay que felicitar al presidente Moreno y a su gobierno por estas decisiones en política exterior que nos honran.