De la celebración a la confrontación. El candidato Guillermo Lasso, quien declaró su victoria en el balotaje de ayer, ha tardado poco en enfrentarse a una nueva contienda electoral: el reconocimiento de los resultados oficiales. Desfavorables, Lasso ha op

Ecuador en desconcierto

La ceremonia de la confusión. El país asiste a una jornada electoral sin certezas tras una atropellada exposición de resultados no oficiales que dejan un país con dos candidatos reclamando la presidencia de la República.

Lenín Moreno de Alianza PAIS se proclamó, en base al exit poll de la encuestadora Perfiles de Opinión. “Hemos vencido”, dijo eufórico desde una tribuna en la capital. Allí reprochó a la oposición por declarar la victoria en base “al encuestador pagado por el Banco de Guayaquil”, aseguró, deslegitimando a Polibio Córdova, presidente de Cedatos, la única encuestadora que acertó en los resultados de la primera vuelta. Guillermo Lasso, de la alianza CREO-SUMA, concedió, minutos antes, un discurso de victoria, precisamente, en base a las cifras de Cedatos, que le dieron la ventaja.

Al medio del fuego cruzado de encuestas, la nación, aguardando una luz de certidumbre ante el hiperactivo volcado de datos por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), cuya página de resultados presentó constantes problemas de acceso. El contador nacional del CNE, con resultados oficiales en tiempo real, logró el 80 % del escutinio una hora y cuarenta minutos después del cierre de urnas. Distó mucho del tiempo de más de 24 horas que le tomó al CNE llegar al mismo porcentaje, en la elección anterior.

Los resultados del CNE, que marcaron una tendencia sólida para Moreno, recibieron por respuesta del Gobierno Nacional, de la boca del presidente saliente Rafael Correa, el reclamo de la victoria. “La Revolución Ciudadana vuelve a vencer”, escribió. Como contrarréplica, el propio Lasso, quien recibió la información oficial durante una entrevista televisiva en directo: “Han manoseado 800 mil votos”, denunció desencajado. “Por eso hemos llamado a los ecuatorianos a las calles. Pediremos un reconteo voto a voto, urna a urna, acta por acta”, anunció con anticipación.

El conteo rápido de Participación Ciudadana, una organización no gubernamental dedicada a la tarea desde hace más de 15 años, se ofrecía entonces como aliento de sosiego. No lo fue.

Ruth Hidalgo, convocada ante la prensa, tuvo la tarea de anunciar que su organización se abstendría de entregar los ansiados resultados al país. “Hemos decidido no hacerlo. No solo en respeto a la ley, sino en honor a la paz social”, anunció. Eso sí: dio una cifra. Un 0,6 % separa a un candidato de otro, en sus números. “Eso significa empate técnico”, aclaró. Así que patearon la pelota caliente para otra cancha, la oficial. “Dejaremos que dirima el CNE”. Solamente después mostrarán su data.

El CNE no tardó en su anunciado primer boletín, prometido para las 20:00. Cinco minutos más tarde en lugar del presidente de la autoridad electoral, Juan Pablo Pozo, el país se encontró con un representante de la Escuela Politécnica. El CNE, a diferencia de lo ocurrido la vez anterior, optó por publicar su propio conteo rápido. Este dio la ventaja a Lenín Moreno ( 51,15 %) frente a Guillermo Lasso (48,85 %). El margen de error del resultado, anunciado por el organismo es del 0,73 %.

Con este panorama, la calle se calentó. Desde las 20:30 se reportaron incidentes menores en los exteriores de las blindadas instalaciones del CNE tanto en Quito como en Guayaquil donde los militantes de PAIS y CREO mantenían al país en vilo, con intentos de romper el cordón policial.

Fue a las 20:40 finalmente cuando la máxima voz electoral, la de Pozo, se mostró ante el país. No cantó victoria para ningún candidato. Pero se dirigió indirectamente a quienes lo acusan ya de un resultado sospechoso: “Ecuador merece la responsabilidad ética de sus actores políticos de reconocer el resultado, de respetar la voluntad de los ciudadanos”, dijo. Y a punto seguido, sin medias tintas, prefirió ser directo: “Aquí no se ha regalado ni se ha quitado un solo voto a nadie”. Su comparecencia duró 60 segundos. Luego, la incertidumbre.

Heridos y detenidos por disturbios en el CNE

Los disturbios, afuera del Consejo Nacional Electoral y en las delegaciones electorales de Portoviejo y Guayaquil comenzaron a las ocho de la noche, más de media hora antes de que el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Pablo Pozo, anunciara los resultados oficiales.

A esa hora, el conteo del CNE daba el triunfo al binomio oficialista Lenín Moreno-Jorge Glas.

Al cierre de esta edición, una gran masa humana había logrado pasar el primero de los dos cercos de protección del edificio del Consejo Nacional Electoral, en Quito, en donde se continuaba con el proceso de escrutinios. La policía y los militares, por su parte, reforzaban la seguridad con el aumento del número de efectivos.

Afuera del CNE de Guayas, el fotógrafo de AFP y API, Marcos Pin fue agredido por supuestos militantes de CREO, que intentaron abrir las cercas que impedían el ingreso al centro de control electoral.

“Empezaron a quererme arrancar la cámara porque les estaba haciendo fotos. Me hice a un lado y vinieron como 10 sujetos a golpearme. Uno de ellos me cortó la nariz con un pico de botella”, contó el agredido, que recibió los primeros auxilios en una casa del sector.

Por los disturbios, según el intendente del Guayas, Ricardo Nicolalde, hay varias personas detenidas y en las próximas horas serán procesadas. Dirigentes de CREO, que también llegaron a las inmediaciones del CNE, pidieron a los presentes que mantuvieran la calma y que colaboren con los agentes policiales para la devolución de las vallas.

Similares disturbios se evidenciaron en Portoviejo.