Los intereses colectivos deben primar por sobre los intereses de los partidos. El bienestar de todos es la única meta aceptable para mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías. Ecuador es un país subdesarrollado, con altos índices inseguridad y corrupción.

Nuestra clase política debe impactar positivamente en la calidad de vida de los más pobres. Algunos políticos, en su lucha por el poder se han olvidado de que la política es para servir al pueblo y no para servirse de él.

Aunque el gobierno nacional mantiene programas de ayuda social, no son los suficientes para que impacten en todos los estratos de la sociedad, especialmente en los más humildes y, lamentablemente, son estos los que menos beneficios obtienen.

Los actos vandálicos sucedidos recientemente y los espectáculos circenses a que son propensos en la Asamblea Nacional, no le sirven para nada a la sociedad en general, ni a nuestra frágil democracia. ¡Recientemente pasamos días que a la mayoría de ecuatorianos nos causaron mucho dolor y angustia, por culpa de nuestra mala política!

Mario Vargas