Ecuador, poco a poco, busca su cauce
La terminal terrestre de Guayaquil aún no recupera el flujo de visitantes del cual estaba orgullosa. Solo el 15 % o 20 % de los 65 mil viajeros diarios buscan ahora viajar.
Todo a su cauce. O al menos así parece. Algunas provincias y sus capitales intentan retomar la normalidad al cumplirse el noveno día de protestas en contra de las medidas económicas del presidente Lenín Moreno. Unas más otras menos. Los ciudadanos empiezan a sentir que sus ciudades retoman el flujo de la normalidad, aunque aún la incertidumbre recorre el ambiente.
En los guayaquileños aún persiste esa preocupación por nuevas protestas y sobre todo si el movimiento indígena logrará llegar o no a la ciudad. Pese a ello, los ciudadanos intentan retomar la normalidad de sus actividades. En el norte de la ciudad, el flujo vehicular vuelve a lo habitual, así como en los alrededores del mercado de Sauces 9. Ahí Cecilia Perdomo intentaba negociar un mejor precio con un vendedor de verduras del lugar. Los 60 centavos por el precio de la libra de papa le parecía excesivo, cuando en la lista de precios decía 50 y antes pagaba 35 centavos de dólar. “No me queda nada más que pagar, sino cómo cocino hoy”, reclamó la ciudadana.
La terminal terrestre de Guayaquil, lo que antes era un lugar desolado, ahora recobra algo de vida, todavía no como antes. Algunas de las boleterías permanecen cerradas y otras abiertas. Según el subgerente general de la terminal, Jorge Pinto, 30 cooperativas estaban abiertas, hasta antes del mediodía de ayer, y se reabren dependiendo de las carreteras habilitadas.
En el centro de Guayaquil, donde anteayer, 9 de octubre de 2019, se realizaron varias protestas y una marcha ciudadana en contra de la violencia, la misma afluencia de personas que como en un día normal. Los locales comerciales de la avenida 9 de Octubre abrieron sus puertas para intentar vender algo y recuperar lo que no han podido ganar en estos últimos días. Así como las instituciones públicas como el Registro Civil, el Banco del Seguro Social y otras.
El puente de la Unidad Nacional, puerta de entrada a la ciudad sede de Gobierno, amaneció abierto a la circulación vehicular, pero bajo resguardo policial y militar. Todos sus carriles en ambos sentidos fueron abiertos para el libre tránsito. Por aquí llegan ciudadanos de la Sierra centro y otros cantones de la provincia como Milagro, que ahora sufre el desabastecimiento de productos.
Los puestos en algunos centros de abastos están vacíos y otros solo tienen solo productos costeños, por lo que los milagreños optan por consumir enlatados. “No hay nada de legumbres. Lo que hay es yuca, tomate costeño y cebolla. Estamos fregados, no hay cómo cocinar, lo que se está haciendo es arroz con atún”, mencionó Martha Valle, quien buscaba algo de papa en el mercado Central de Milagro.
Quito tuvo un aire distinto luego de una semana de paralización. Ayer, las actividades se fueron normalizando en la mañana, pero en horas de la tarde la intensidad fue disminuyendo.
La presencia de los primeros vehículos de transporte urbano en las calles, luego de una semana de ausencia ayudó a que los residentes quiteños se empiecen a movilizar. Hubo cierto malestar por el incremento de 25 a 35 centavos en el valor del pasaje, pero con resignación los ciudadanos aceptaron el cambio.
En el sector de la Alameda, uno de los sitios en los que se concentró la protesta durante una semana, volvieron a activarse algunos negocios, aunque con puertas a medio abrir que se cerraban de inmediato al mínimo sonido fuerte, como el de las bombas lacrimógenas.
Elías Herrera, propietario de una tienda de abastos, llegó temprano para abrir su negocio, pero se encontró con la noticia de que en la Prefectura de Pichincha, que tiene a la cabeza a la correísta Paola Pabón, tampoco se trabajó ayer. Sus funcionarios están entre sus principales clientes.
La agencia de BanEcuador, que se ubica unos metros más hacia el sur de la ciudad, abrió y atendió por ventanillas. También los funcionarios del Banco Central acudieron a trabajar, aunque las puertas de la entidad se mantuvieron cerradas. El Consejo de la Judicatura anunció, a través de un comunicado que todas sus dependencias se encontraban activas, incluyendo la planta central de esta entidad que paralizó sus actividades el miércoles, día de la huelga nacional.
Otros ministerios, secretarías y superintendencias atendieron normalmente durante la mañana, pero enviaron a sus funcionarios a las casas en la tarde, porque hubo un descenso en la presencia de transporte público. AAE-CRR-ML
Un plan en marcha por la provincia
En la tierra tsáchila, las actividades comerciales y productivas se desarrollan con normalidad. Gremios, organizaciones y cámaras de producción, economía y comercio han puesto en marcha la campaña ‘Paz, seguridad y trabajo’, apoyados en la Gobernación, Policía Nacional y Fuerzas Armadas. Uno de sus voceros, Amador Cuenca, expresó que sienten “esperanza y optimismo porque a partir de hoy (ayer) se ha hecho un pronunciamiento firme para poder trabajar con seguridad y paz”. El gobernador Rodrigo García confirmó que no hay una sola vía obstruida y advirtió “a quienes vuelvan a cerrar vías, cometer actos vandálicos... vamos a aplicar el máximo rigor de la ley”. Agregó que a los transportistas que no lo acaten serán detenidos, al igual que sus vehículos, además que se pediría que se les retire el permiso de operación a sus empresas. EC
Vías cerradas por todos lados
En Chimborazo, una de las provincias con mayor población indígena, los ocho días de paro mantienen incomunicados a sus habitantes. Las vías están cerradas, tanto las que unen cantones y provincias, como las calles de la ciudad. Aunque los primeros días del paro atendieron con intermitencia, los mercados se encuentran cerrados desde el martes. Además, existe desabastecimiento en combustibles, gas de uso doméstico y provisiones. No existe servicio de transporte público. Los servicios municipales en Riobamba como agua potable, limpieza de calles y basura funcionan con normalidad dentro de lo posible. El Municipio garantiza el servicio de agua potable, cuyas instalaciones están resguardadas por militares. PO
Las manifestaciones no cesan
El bloqueo sigue igual. Hasta la tarde de ayer, seguían las manifestaciones en el centro de Ambato por parte de los indígenas. A Tungurahua no se puede entrar ni salir. Esto ha provocado que no haya movimiento alguno en las terminales terrestres de Ambato, Píllaro y Baños, ni en los sitios de transferencia de los buses intra e intercantonales. Otro de los problemas con los que cuenta Ambato es que solamente se logra abastecer el 50 % de la pulsación con agua potable por la toma de las plantas potabilizadoras de Tilulum y Apatug. El miércoles y jueves los mercados de la provincia se cerraron por completo. Las autoridades aún hacen un análisis para ver si los centros de acopio abren o no sus puertas. YI