Ecuador se acerca a la meta educativa, pero no la cumple

Aunque se notan progresos en los últimos diez años, la educación no es una prioridad en muchos presupuestos nacionales en América Latina y el Caribe.

Aunque se notan progresos en los últimos diez años, la educación no es una prioridad en muchos presupuestos nacionales en América Latina y el Caribe.

La inversión en este sector como proporción del gasto público no llega al objetivo del 15 al 20 %, recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Según reportes de ese organismo, en 2013, la mitad de los países de la región pasó a alrededor del 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) o más para la educación.

Ecuador se ubica entre los cinco países con los niveles más bajos de gasto para educación como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), conforme datos que la Unesco presenta en el informe Revisión Regional 2015 de la Educación para Todos (ver infografía).

El presidente Rafael Correa ha reconocido que se debe invertir mucho más en el sector. En un reciente acto en Guayaquil, el mandatario reveló que actualmente su gobierno destina el 3,2 % del PIB.

“Estamos incumpliendo la Constitución, que establece que un 6 % del PIB se debe destinar a educación”, lamentó durante la inauguración del programa de bachillerato extraordinario.

No obstante, Correa resaltó los logros conseguidos entre 2007 y 2015, con respecto al cumplimiento del Plan Decenal de la Educación (PDE). Mencionó, por ejemplo, una reducción en la tasa de analfabetismo y el fortalecimiento de la educación para adultos.

El citado plan es un instrumento de gestión para modernizar el sistema educativo que se planteó cumplir ocho metas hasta el 2015, con el fin de mejorar la calidad educativa.

En su rendición de cuentas 2015, el Ministerio de Educación presentó resultados que los considera como avances significativos en la calidad de la educación (ver infografía).

Uno de ellos es el crecimiento del presupuesto de ese sector en la participación del PIB, con un 0,5% anual. También el crecimiento anual de estudiantes matriculados en el sistema público, así como programas de inclusión y la entrega de libros y uniformes.

Dos expertos que evalúan los resultados de la gestión educativa, hallan avances, pero también temas pendientes.

Para los educadores Roberto Briones y Roberto Passailaigue, entre las deudas está el Plan Decenal de Educación, cuyas metas, afirman, unas no se han cumplido y otras se han realizado a medias.

Briones, catedrático y especialista en proyectos de desarrollo educativo, considera como positivo que se haya despolitizado el sector y mejorado los emolumentos en el magisterio, así como lo conseguido para la evaluación de las instituciones educativas.

A su criterio, no se ha logrado establecer una conexión directa entre la educación secundaria y universitaria. “El resultado es que los estudiantes siguen viniendo con grandes fallas, y me atrevo a decir que han empeorado”, reprocha.

Para Passailaigue, director general de la Unidad Educativa Ecomundo y exministro de Educación, los grandes ingresos que el país tuvo en la última década no se han traducido en la obtención de una deseable calidad educativa.

“Se han construido unidades del milenio y nuevas escuelas, pero no en el número que se habían ofrecido o que se aspira; se ha capacitado al personal mandándolos al exterior, en lugar de hacerlo en universidades del país que están acreditadas”, cuestiona.