paro nacional en Ecuador
La economía recibe los efectos de constantes manifestaciones.Archivo / Expreso

Paros y falta de institucionalidad alejan la recuperación económica

Expertos temen que las manifestaciones y una inminente Constituyente, ahuyenten la inversión

Los 11 días de bloqueos de vías liderados por la Conaie, como rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, han puesto un alto a la percepción de estabilidad que el Ecuador parecía tener este año, con un riesgo país reducido, además de exportaciones    no petroleras y recaudaciones tributarias récord. Hoy el escenario es distinto: los paros y el anuncio de reformas de leyes, vía Constituyente, vuelven a sembrar incertidumbre, el ‘gran fantasma’ que aleja la recuperación económica.

Así lo creen analistas que a diario miden el efecto que la coyuntura nacional podría tener en la economía. Para María de la Paz Vela, economista y máster en Estudios Económicos y Sociales,    todo esto rompe con esa expectativa de mejora, lo que podría trabar los objetivos del Gobierno de cerrar el año con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 4 %.

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Para Vela, también catedrática de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), es probable que la expansión pueda ser menor, sobre todo si el Gobierno no logra disipar una manifestación como esta que, hasta ahora, juega a su favor. Las dos semanas de protestas, que se concentran solo en el norte del país, dice, aún están lejos de sumar las pérdidas económicas que generaron los paros de octubre de 2019 y junio de 2022, con $800 millones y $1.100 millones, respectivamente. De ahí que el gran desafío, añade, es entablar diálogos y lograr contener el cierre de vías, que ya afecta al sector productivo.

Confianza institucional lacerada en Ecuador

Para los analistas, las reales consecuencias podrían verse en los próximos meses en el nivel de confianza ciudadana y de inversionistas locales y extranjeros, encargados también de hacer mover la económica, con gasto e inversión.

“El inversionista no solo ve la seguridad jurídica, sino la seguridad y estabilidad política e institucional. El inversionista siempre ve a largo plazo y ante una paralización dice: ‘Esto que yo veía de estabilidad ya no lo veo’. Seguimos siendo un país que constantemente sigue el mismo derrotero: levantamientos, paralizaciones; por lo tanto, no es viable a largo plazo”, dice Marcelo Bodero, experto en inversiones. Así llegue a contenerse la manifestación, señala, esto tendrá un efecto en el arribo de nuevos capitales al país. “El punto es que ya está lesionado el entendimiento que tiene el inversionista de cómo funciona el Ecuador”.

El actual escenario podría bajar las proyecciones de crecimiento económico que el Gobierno tiene para este año. Pero también genera una inseguridad institucional.

María de la Paz Vela

Economista y catedrática

En esto no solo afecta el cierre de vías, sino la percepción de inestabilidad institucional que    en los últimos tiempos ha generado el conflicto protagonizado por el Gobierno y la Corte Constitucional (CC), que terminó recientemente con la eliminación de dos normas que estaban en vigencia:la Ley de Integridad y la Ley de Solidaridad. “No hay compatibilidad entre lo que el Ejecutivo y la Asamblea han querido y lo que la CC exige. Obviamente el inversionista ve eso”, sostiene.  

La expectativa de este 2025, con un gobierno de derecha ya consolidado y abierto a la inversión y los mercados, era que el país pueda romper la curva de retroceso de Inversión Extranjera Directa (IED). Si bien los registros del Banco Central del Ecuador (BCE) señalan que en el primer semestre de este año    Ecuador recibió un 48 % más que el año pasado, los $275 millones receptados, dicen los analistas, no son nada para los capitales que el país requiere para hacer despuntar su economía, y con ello el empleo.

Carta Magna: Incertidumbre para la inversión en Ecuador

Para Bodero, fomentar el arribo de capitales será una tarea titánica, más si el Gobierno recibe el apoyo para concretar la creación de una Asamblea Constituyente que diseñe una nueva carta magna.

Igual criterio tiene Alejandro    Arreaza, economista investigador para la región andina del banco de inversión Barclays, quien cree que una Constituyente hoy en día es la preocupación mayor para todo inversor, debido al tiempo que tomaría delinear    un nuevo esquema normativo y la incertidumbre que eso genera a la hora de apostar capitales en determinados mercados.

“Todo iba relativamente bien, la elección (del presidente Noboa) había sacado al país de la incertidumbre que tenía... pero hoy el panorama luce menos claro de lo que lucía semanas atrás... (Una Constituyente) Sí te abre incluso un escenario donde podamos tener cuatro elecciones en los próximos 12-18 meses, algo que podría poner cualquier tipo de inversión en espera mientras se aclara el panorama”, evalúa Arreaza.

La elección (del presidente Noboa) había sacado al país de la incertidumbre que tenía... pero hoy el panorama luce menos claro de lo que lucía un par de semanas atrás.

Alejandro Arreaza

Analista en Barclays

Esto, cree, podría afectar el riesgo país, el indicador    que este año ha conseguido rebajas récord (llegó a los 777 puntos el 30 de septiembre), ante la disminución de la incertidumbre política, y con ello trabar los planes de Ecuador de volver al mercado de bonos, para hallar financiamiento fresco.

Los analistas coinciden en que la opción para revertir este escenario está en el diálogo que debe abanderar el Gobierno con grupos de protestas, pero también en las estrategias que se tengan para devolver la percepción de estabilidad institucional en el país. “Lo que debe haber es una comunicación, sin que esto signifique imponer o negociar por    debajo de la mesa. Debe haber diálogos, en los cuales se vayan construyendo las    nuevas normas que van a regir al país”, expresa Bodero.

El objetivo sigue siendo cómo destrabar el arribo de capitales en el    sector público para que pueda haber inversión,    a nivel de infraestructura vial, minería, petróleo, sector eléctrico. “Si bien la inversión del sector privado es importante, eso no se da de forma rápida    y no será tan importante como la que pudiera darse en el sector público, si el Estado permite inversiones del (actor) privado en activos públicos”.

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