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Al alza. Los coleccionistas han aumentado por la mayor disponibilidad de juegos, series y juegos de ciencia ficción.Karina Defas

Las figuras de colección atraen a más fans de la ciencia ficción

Las series, películas y juegos de héroes impulsan la compra hasta en un 25 % por año. La venta informal pone en riesgo la estabilidad de este mercado

Las figuras de colección, que antes podían ser inalcanzables para cualquier bolsillo, hoy son mucho más asequibles para los fanáticos que van tras ellas. Una mayor presencia de tiendas físicas en el país, que antes se limitaban a funcionar de forma online, ha permitido diversificar la oferta no solo en estilos (tamaños y mejores acabados), sino en precios: estas se comercializan desde los 20 hasta los 150 dólares.

MercadoLa importación de juguetes hasta agosto de 2022 llegó a los 100 millones de dólares, es decir un 15 % más que en el mismo periodo del 2019.
COLECCIONISMO DE FIGUR (8384612)

Desde la cuna al estante, el amor por coleccionar figuras

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Con cada película de superhéroes y serie de acción o ciencia ficción, nacen nuevos adeptos. “Cada año estamos registrando un incremento en ventas del 25 %”, cuenta Emilio Cubero, miembro de BigBoy ToyStore, una tienda que atrae a su clientela con personajes de videojuegos, cómics y en especial de anime. Si el aumento de actividad se mide por el número de figuras que se introducen en el mercado, “crece en 500 productos más cada año”.

El coleccionista Raúl Palacios también es testigo del incremento inusitado que ha venido teniendo este mercado en los últimos años. En el 2016, “en Budokan (feria de cómics) encontrabas figuras en $ 60 y más y con acabados medianamente buenos”. Hoy, dice, ese mismo tipo de figuras (con detalles parecidos) se encuentran en $ 40, o incluso en menos de $ 20 si se trata de presentaciones más sencillas.

El negocio crece, pero los vendedores más informales, que compran el juguete a un precio y lo venden muy bajo, afectan con ello al mercado y quienes viven de la venta de figuras.

Juan Balás, coleccionista y vendedor de figuras

Eran negocios que se limitaban a vender a través de Internet, pero que con la demanda creciente se han animado a abrir en los últimos años sus propias tiendas físicas. Entre los productos que más se comercializan están los relacionados a personajes de manga (historietas japonesas) y todo lo que tiene que ver con la cultura pop de Asia, de donde además los importan.

Locales más grandes como Juguetón también han apostado por este tipo de juguetes. En el caso de ellos, dicen sus administradores, registran un mayor repunte en ventas desde el 2020, con las figuras de acción, sobre todo aquellas relacionadas a los lanzamientos recientes de películas.

La demanda ha crecido por el aumento de series de ciencia ficción que se han vuelto populares en los servicios de streaming. Eso ha hecho que la gente compre más estas figuras.

Emilio Cubero, gerente de BigBoy Toystore

Alejandra Calderón, socia de GG Toys, habla sin embargo de los altibajos que han tenido que sufrir los pequeños negocios, primero por los efectos del paro de octubre de 2019 y después por la pandemia.

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Las figuras de anime se han vuelto de los mayores rubros que más venden este tipo de negocios.Karina Defas

La emergencia sanitaria, recuerda, frenó la actividad de muchos, una dinámica que se recuperó el año pasado. “Cada vez la gente es más abierta a estas tendencias como el anime y los héroes. Por eso deciden comprar una figura, un juguete, esos gustos que de pequeños se querían dar, o que antes la gente tenía más recelo de mostrar al resto”, explica Calderón.

Pero estos emprendedores no solo deben enfrentar las vicisitudes del mercado, sino también la competencia, muchas veces la informal, aquella que no paga impuestos. Así lo advierte Juan Balás, otro coleccionista de larga trayectoria.

Él señala que a pesar de que hay una mayor tendencia de compra, hay ventas que se realizan en la informalidad. “Hay gente que opta por viajar y compra estos juguetes en el extranjero, a 25 dólares por ejemplo, y acá los vende de tres a cinco dólares más. Esto arruina el negocio, porque no venden como nosotros que hacemos pedidos grandes y debemos generar gastos además de la compra de la figura: envío, empaquetamiento y los demás desembolsos que implica tener una tienda”.

Sostiene que esto, sin duda alguna, merma una porción de mercado, lo que afecta la facturación de las tiendas.