Empresarios dan el primer paso para evitar ser sobornados
Organizaciones privadas promueven un esquema para combatir la mala práctica. El problema, dicen, afecta la competitividad de los negocios y del país.
El combate contra el soborno no solo debe estar motivado por un tema moral, sino por la necesidad de resolver un problema que socava la reputación y deja graves consecuencias económicas, a los mercados y al país en general. Esa fue la consigna que recibieron hoy, 17 de diciembre de 2019, un grupo de empresarios que, reunidos en Guayaquil, asistieron al lanzamiento del primer 'Programa para Prevenir el Soborno en la Cadena de Valor Empresarial'.
La iniciativa, impulsada por la Red Empresarial de Transparencia y Nestlé, nace como un plan piloto que a nivel global se enmarca bajo los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (Organización de Naciones Unidos); esto, con el fin de combatir este tipo de prácticas que tienen el riesgo de arraigarse en distintos ámbitos de la sociedad.
El pago de sobornos o la entrega de dádivas que se realizan para conseguir contratos o servicios, tanto en el sector público como el privado, es un fenómeno que poco o nada se puede cuantificar, debido a que se trata de una práctica que usualmente se hace bajo el secretismo.
No obstante, un estudio del Instituto Latinoamericano de Administración de Empresas (INCAE) desvela que el impacto de la corrupción en Latinoamérica estaría alcanzando el 5 % del PIB de la región entera.
En Ecuador, encuestas como la realizada por Ipsos hablan de la percepción que la gente está teniendo sobre este tema. Cristina Páez, representante de la empresa, dijo que tras entrevistar a 1.200 personas el año pasado, se pudo conocer que un 83 % de ellas se mostró convencida de que en el país existe un alto nivel de corrupción. El 14 % cree que todos los ejecutivos de las empresas están involucrados en esta mala práctica. El 41 %, cuatro de cada 10, cree se trata de una mayoría.
El tema preocupa en el sector privado; por ello, este programa busca que las grandes y pequeñas empresas de Guayaquil empiecen a usar nuevas prácticas que las ayude a evitar caer en el soborno. María del Carmen Delgado, representa de Nestlé, sostuvo que eso incluirá ofrecerles asesoría técnica y orientación para que puedan ejecutar ciertas herramientas, como el uso de códigos de ética y adopción de cláusulas prohibitivas dentro de los contratos o incentivar campañas de comunicación dentro de las empresas.
El mismo programa ya fue lanzado en Quito el año pasado, en él se vieron beneficiadas 21 empresas, 13 de ellas Pymes (pequeñas y medianas empresas). En Guayaquil, se aplicará a 30 compañías (20 de ellas Pymes) el primer trimestre del próximo año.