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Los 130 países que suscribieron el acuerdo tributario de la OCDE representan el 90 % del producto interno bruto (PIB) de todo el mundo.

Ecuador, fuera del debate del impuesto a las multinacionales

130 países acordaron el jueves pasado recaudar un impuesto mínimo del 15 % a las corporaciones Se busca cobrar a firmas como Facebook o Amazon

En materia tributaria, el debate global actual se centra en el cobro de impuestos a las grandes empresas tecnológicas globales, como Facebook, Amazon o Netflix.

Y, al parecer, ya hay una vía para cobrarlos. El jueves pasado, 130 países y jurisdicciones alcanzaron un acuerdo que se considera histórico y que está destinado a gravar los beneficios de las multinacionales con una cantidad mínima, pero que será la misma para todos: al menos 15 %. Sin embargo, dentro de esos 130 países y jurisdicciones no está Ecuador.

La propuesta excluye a las firmas extractivas como la petrolera y minera, así como a los bancos regulados, y ha puesto el foco principalmente en las grandes tecnológicas.

Los participantes en las negociaciones fijaron un plazo ambicioso para concluir los cambios tributarios globales. Este incluye la fecha límite de octubre de 2021 para finalizar el trabajo técnico restante, así como el plan para su puesta en marcha eficaz en 2023.

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El acuerdo se deriva de las discusiones entre los 139 miembros (de los cuales, 130 firmaron el acuerdo el jueves pasado) del Marco Inclusivo de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y el G20 sobre la erosión de las bases y la transferencia de beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés), “que tiene el potencial de revolucionar el sistema tributario internacional haciéndolo más justo para todos”.

La OCDE explicó a EXPRESO que el Marco Inclusivo ha desarrollado una propuesta de dos pilares para abordar los desafíos fiscales de la digitalización de la economía.

El plan, detalla el comunicado de la OCDE, ha prosperado en sus dos pilares: el derecho de cada país a gravar parte de los beneficios conseguidos por compañías sin presencia física en su territorio, el conocido como pilar 1, y el establecimiento de una base imponible mínima y efectiva para las grandes multinacionales, el pilar 2.

“Por lo tanto, donde estas empresas tienen ventas significativas en América Latina, debería significar ingresos fiscales adicionales para la región”, dijo la OCDE.

El Servicio de Rentas Internas (SRI) aseguró a EXPRESO que en el caso de Ecuador, si bien aún no es parte de los países que integran la OCDE, gracias a la implementación de políticas públicas internas, sumadas a la reciente adhesión a la CAAM (Convención Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal), puede actualmente solventar algunas de las acciones sugeridas por el plan BEPS.

  • La multinacional Facebook dijo el 5 de julio pasado que el impuesto global a las corporaciones dará más “certeza a las empresas”, a la vez que reconoció que significará que la red social “pague más impuestos” en diferentes países.
  • Un portavoz de Amazon dijo a inicios de junio pasado que la compañía “espera estar completamente dentro del alcance de cualquier acuerdo final en la OCDE”, refiriéndose al posible impuesto global a las grandes corporaciones.
  • La firma Alphabet ha expresado su “fuerte apoyo al trabajo que se está haciendo para actualizar las normas fiscales internacionales”. “Esperamos que los países continúen colaborando juntos para garantizar un acuerdo equilibrado”.

A modo de ejemplo, dijo el SRI, en la reforma a la Ley de Régimen Tributario Interno de 2019 se introdujo una regulación específica que fortalece el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la importación de servicios digitales.

La OCDE critica ese tipo de políticas. El organismo señala que la ausencia de una solución basada en el consenso probablemente conduciría a una proliferación de medidas fiscales unilaterales y descoordinadas, por ejemplo, impuestos a los servicios digitales, y a un aumento de las disputas fiscales y comerciales perjudiciales. Esto socavaría la seguridad fiscal y la inversión. Esas disputas podrían reducir el PIB mundial en más del 1 %.

No se han publicado estimaciones de ingresos específicas de la región, pero el análisis de la OCDE sugirió que los países de ingresos medios obtendrían ingresos fiscales de ambos pilares hasta $ 100 mil millones o cerca del 4 % de los ingresos fiscales corporativos globales.