Economía

“La desafiliación deja un hueco al Biess de $ 700 millones”

Tras casi un año de gestión, Freddy Monge, el subgerente general del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess), desvela la actual situación del banco, una entidad "depurada", pero con pendientes

Freddy Monge biess
Freddy Monge, subgerente del Biess. Inició sus funciones en junio del 2020.Karina Defas / EXPRESO

Los desafíos que tendrá el nuevo Gobierno, respecto a la estabilización de cuentas, pisan también el terreno de la Seguridad Social. El desempleo generado por la pandemia, y la consecuente desafiliación de personas al sistema impedirán que el Biess pueda recibir unos $ 700 millones solo este año. Por ahora, una de las estrategias es seguir direccionando ahorros de la entidad para cubrir necesidades. Para este año, se espera desinvertir $ 2.155 millones más.

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- Hace unos días trascendió que el Gobierno ha pedido la renuncia del actual gerente, Diego Burneo. ¿Esto es cierto? ¿Es por eso que usted ha atendido el pedido de esta entrevista?

- No, eso solo se trata de un rumor. Lo que se nos ha pedido es poder realizar una transición de forma ordenada, transparente, ahora que ya existe un Gobierno electo, y en ese sentido hemos estado trabajando, realizando informes, para poder entregarlos ya la próxima semana.

- Ustedes están a poco de cumplir un año de gestión. ¿Qué entidad entregarán?

- En efecto, asumimos en junio del año pasado, en plena pandemia. Tomamos un banco cerrado, prácticamente vinimos a abrirlo y a reinventarlo. Estamos dejando una institución bastante depurada.

- ¿Cómo está el tema de iliquidez en el que se cayó en plena pandemia? ¿Se ha medido ya el efecto de tener 200.000 afiliados menos?

- Lo que usted dice es cierto. En el último año se han desafiliado 220.000 personas. Según el último cálculo que tenemos (hasta marzo), eso hará que para este año cerca de $ 700 millones dejen de ingresar al IESS.

¿Eso afecta el presupuesto de  este año?

- No. Para este año, el Biess tiene un presupuesto de $ 4.825 millones y eso está cubierto... Esto porque recordemos que el Estado ecuatoriano el año pasado hizo un esfuerzo enorme en cancelar parte de la deuda que tenía con el IESS. Se cancelaron $ 1.527 millones de un total de $ 7.000. Y eso, sin duda, le dio un poco de alivio a la liquidez... tanto que hoy por hoy el flujo de caja que mantiene el banco bordea los $ 800 millones. Pero eso también es el resultado del trabajo que hemos venido haciendo en la gestión de recuperación de préstamos y en la desinversión para atender las necesidades del IESS, que permanentemente está requiriendo recursos para pagar pensiones y atender la red de salud.

- ¿Cuánto se espera desinvertir este año?

- Lo aprobado por el Directorio para este año, hasta diciembre, son 2.155 millones. Pero es una cifra que puede incrementarse, considerándose la situación de pandemia, en unos $ 700 millones adicionales. Aunque hoy por hoy el banco cuente con    recursos, siempre es importante    que tenga un colchón suficiente para poder atender una mayor demanda.

- Pero son fondos, ahorros, que deberían ahora mismo estar generando más rentabilidad y más ingresos. En ese sentido no es un buen negocio.

- Tal vez el término de desinversión no es el correcto. En realidad son transferencias que se hacen al IESS, cuando este solicita los recursos que requiere.... Pero sí, en un escenario como el actual eso hace que tengamos que seguir insistiendo al Ministerio de Finanzas para que se ponga al día con la deuda pendiente, o que tengamos que hacer nuevas desinversiones. Porque el IESS cuando necesita plata, tenemos que atender ese pedido.

Para este año esperamos colocar $ 500 millones en hipotecarios y $ 2.800 millones en quirografarios.

- ¿A cuánto asciende el portafolio de inversiones?

- El portafolio de negocios supera los $ 20.000 millones. En el último año se ha incrementado en casi $ 1.000 millones, algo que va en beneficio de los afiliados. La rentabilidad promedio está en el 8,5 %, algo interesante y en ese sentido podemos decir que los recursos están bien administrados por este banco.

- ¿En qué quedó el plan de adquirir financiamiento externo? La meta era poder obtener hasta $ 1.500 millones hasta marzo de este año. ¿Se consiguieron esos recursos?

- No, aún no. Es un trabajo que continúa. Estas conversiones que se han tenido con bancos internacionales prevén montos, entre 500 y 1.500 millones de dólares, para poder destinarlos a inversiones productivas. Hay varios bancos interesados en invertir acá, pero el proceso toma su tiempo... Esto dependerá del nuevo Gobierno y de las nuevas autoridades.

- ¿El alto índice de riesgo país que Ecuador ha tenido en los últimos meses fue una barrera?

- Sí, ese factor incidió en este tema, pero con el nuevo Gobierno ese riesgo se ha reducido más de 450 puntos. Creemos que eso, sin duda, va a facilitar la traída de estos recursos, sobre todo un buen costo.

- ¿A qué tasas tendríamos que aspirar?

- Si estábamos hablando de un riesgo de 820 puntos, hablamos de tasas interesantes, ojalá sean inferiores al 7 % (antes estaban en 7,75 %). De tal manera que nosotros podamos colocar esos recursos acá en préstamos al    8,5 % o 9 % y con ello tener un mejor rendimiento.

- En cuanto a crédito, ¿se han cambiado las condiciones? Hoy hay una pandemia que está dejando a los afiliados con menos ingresos.

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- Sin duda esto ha afectado mucho, por ello hemos tenido que hacer una reforma integral al manual de créditos. Estas reformas están por ser aprobadas en los próximos días. Eso nos permitirá hacer correcciones, ajustes, para medir la capacidad de pago.

- Y en lo que respecta a recuperar inversiones fallidas, ¿Qué se ha hecho durante este año? Existen más de $ 400 millones invertidos en fideicomisos que siguen sin recuperarse.

- Eso definitivamente ha sido un dolor de cabeza. El saldo de esas inversiones, a la fecha, está por los $ 489 millones en 46 fideicomisos. Este año hemos trabajado en planes de acción: estudios técnicos, financieros, legales, comerciales para determinar la viabilidad de la recuperación de los mismos. Actualmente hay 17 fideicomisos paralizados que están en análisis, para ver si podemos reactivarlos o liquidarlos; siete que están en procesos de recuperación; otros tres que están en construcción; además de otros que se están liquidando. Este es un plan que también espera la aprobación del Directorio, para finalmente recuperar estos recursos.