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Preocupación. Un grupo de pensionistas de Bilbao reclama por los pagos.Internet /EFE

La COVID presionará el pago de pensiones

Un estudio de la OCDE habla de los efectos en las jubilaciones. Las consecuencias serán para todos y llegarán a mediano plazo

El choque económico y laboral de la crisis del coronavirus está aumentando la presión sobre la financiación de las pensiones, advierte la OCDE, que recuerda que ya estaban bajo tensión por tendencias de fondo como el envejecimiento demográfico.

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“La COVID-19 ha provocado una fuerte perturbación de los mercados laborales, con efectos en cascada en los ahorros para la jubilación y en las pensiones”, explica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un informe publicado ayer y dedicado en su mayor parte a los sistemas de capitalización.

Ese documento avisa de que la crisis sanitaria y económica aumenta la probabilidad de que se prolonguen y agudicen problemas como el desequilibrio entre un número de jubilados creciente cuyas pensiones deben ser financiadas por unas generaciones jóvenes menos numerosas que entran en el mercado de trabajo.

Además, ante las dificultades para encontrar un empleo, para mantenerlo o por la baja remuneración en algunos puestos de trabajo, como medida empleada por las empresas para capear las consecuencias económicas de la pandemia. Una situación que en países como Ecuador ha generado la pérdida de más de 200.000 empleos formales, poniendo en mayor riesgo la sostenibilidad del sistema. Un escenario que en meses anteriores ya obligó a la Seguridad Social a desinvertir capitales y a reformular el destino de los fondos para cubrir parte de sus prestaciones.

Según el estudio, en el caso de los países más desarrollados con deuda acumulada, para afrontar la recesión con ayuda masivas para las empresas o los trabajadores (los ERTE) “presionará más a las pensiones, que ya están en tensión por los cambios demográficos”.

Pablo Antolín, jefe del equipo que ha dirigido el estudio, explica que “en las pensiones de reparto, la COVID va a tener un impacto muy fuerte, pero ese impacto es para mañana, no para hoy”. En un sistema como el español, en el que domina el reparto, de momento la pérdida de empleos y de salarios acarrean una reducción de las cotizaciones de la Seguridad Social que el Estado amortigua con un incremento de la deuda pública. Pero no se sabe cómo se afrontará esa cuestión a medio y largo plazo. En los sistemas por capitalización el impacto de la crisis será más inmediato por las fuertes fluctuaciones de los mercados financieros en los que están invertidos en gran medida los ahorros para la jubilación.

La prueba es que en el primer trimestre de este año los activos de los fondos de pensiones se depreciaron un 10 % en la OCDE a causa sobre todo del hundimiento de los mercados financieros, y pasaron de representar 49,2 billones de dólares al terminar 2019 a 44,3 billones a finales de marzo.