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Casa. La decisión de comprar o arrendar en Ecuador en 2025 está estrechamente ligada a variables personales como el empleo.Canva.

¿Comprar o arrendar una vivienda en Ecuador en 2025? Claves financieras para decidir

Expertos analizan las ventajas, riesgos y nuevos modelos en el mercado inmobiliario del país

En un año marcado por expectativas de reactivación económica y cambios en el escenario político nacional, miles de ecuatorianos se enfrentan a una de las decisiones más importantes de su vida financiera: ¿es mejor comprar o arrendar una vivienda en 2025? Aunque la respuesta depende de muchos factores personales y del contexto económico del país, el debate se ha reactivado por la disponibilidad de crédito, la variación de tasas de interés y la aparición de nuevos modelos de inversión.

Para el economista Patricio Fray Villacrés, docente universitario, esta decisión debe ir más allá de un análisis puramente financiero. “Más que una decisión económica, se trata de una elección de vida que debe alinearse con las metas personales y familiares”, sostiene. Comprar sigue siendo un objetivo central para quienes buscan estabilidad, formar un hogar y construir patrimonio. Sin embargo, no siempre es la opción más conveniente para todos los bolsillos. La clave, según Fray, está en conocer bien el propio perfil financiero, realizar simulaciones, evaluar los ingresos mensuales y no comprometer más del 30% de ellos en una hipoteca o alquiler.

Tasas de interés: el factor que puede cambiarlo todo

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Desde la visión del consultor financiero y profesor universitario Carlos Icaza Macías, tomar una decisión acertada implica considerar tanto el entorno familiar como el contexto macroeconómico. “Uno de los factores más importantes es cómo están las tasas de interés hipotecarias”, señala. En el mercado actual, las tasas en el sistema bancario privado oscilan entre el 7.5% y el 9%, mientras que el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (BIESS) ofrece condiciones más favorables para vivienda de interés social, con tasas que inician en el 5%. Un préstamo de 100 mil dólares a 20 años con una tasa alta puede generar pagos mucho más elevados que uno con intereses más bajos. Esta diferencia puede representar varios miles de dólares en el tiempo.

Además de las tasas, la inflación y el costo de vida juegan un rol crucial. Si bien una alta inflación encarece los materiales de construcción y, por ende, el valor de la vivienda, adquirir un inmueble con una cuota fija puede proteger al comprador del aumento progresivo de los precios. “Una deuda pactada a largo plazo me protege de la pérdida del poder adquisitivo frente a una inflación creciente”, explica Icaza.

¿Arrendar es tirar el dinero?

La opción de arrendar, por su parte, resulta más viable para quienes no tienen ingresos fijos o estables. “Si no tengo estabilidad laboral, o mis ingresos son variables por ser independiente o trabajar por proyectos, lo más sensato sería arrendar. Es más flexible y no compromete el ahorro familiar en deudas largas”, agrega el experto. Esta elección también beneficia a quienes no tienen la certeza de permanecer mucho tiempo en una misma ciudad o que aún no han consolidado su proyecto de vida.

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En paralelo, una tercera vía está captando cada vez más interés: el modelo "buy-to-let", es decir, comprar para arrendar. Se trata de adquirir una propiedad con fines de inversión y generar ingresos mensuales a través del alquiler. “En ciudades como Guayaquil, Quito y Manta, este modelo está siendo aprovechado por jóvenes inversionistas y familias que buscan ingresos pasivos”, explica Fray Villacrés. Esta alternativa permite construir patrimonio mientras se obtiene rentabilidad a mediano y largo plazo, sobre todo si la propiedad se encuentra en zonas emergentes o cercanas a proyectos de vivienda social.

¿Invertir o comprar? La oportunidad está en el análisis

Icaza también invita a evaluar si es más conveniente invertir el dinero que se destinaría como entrada a una casa en otros instrumentos financieros. “Si tengo ahorrados 30 mil dólares y los destino a una inversión que me rinde 14 o 15% anual, podría superar el beneficio de adquirir una casa financiada con un interés del 8%”, explica. De esta forma, los recursos se optimizan mientras se planifica una compra futura con mayor capacidad de entrada y menor dependencia del crédito.

El contexto político también juega un papel clave. En una nueva etapa presidencial se podría generar mayor estabilidad, dinamización del crédito y mejores condiciones para la inversión inmobiliaria. “Cuando hay más estabilidad, las tasas pueden bajar para atraer más compradores, pero también hay mayor demanda, lo que encarece los proyectos”, advierte Icaza. Por eso, anticiparse puede ser una ventaja.

En definitiva, la decisión de comprar o arrendar en Ecuador en 2025 está estrechamente ligada a variables personales como el empleo, los ingresos, los planes familiares, y factores económicos como las tasas, la inflación y las perspectivas de inversión. No hay una fórmula única, pero sí una serie de herramientas que permiten tomar una decisión informada, equilibrada y alineada con el futuro que se desea construir.

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