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El banco del IESS busca asegurar mejores ganancias para sus inversiones.Miguel Canales / EXPRESO

Un Biess ineficiente castiga a quien busca casa barata

La falta de ingresos sin resolver obliga a las autoridades a incrementar la tasa de hipotecarios de vivienda social. La medida merma el acceso a los préstamos

Lo había planificado 3 años. Priscila Benalcázar estaba en estos días a solo un paso de acceder a un crédito en el Biess para comprar su primera casa, pero un inesperado cambio de reglas mantiene su anhelo en el aire. “Con las justas”, dice, hace unas semanas había logrado calificar y cumplir con los requisitos para financiar una vivienda de $ 80.0000, pero cuando ya solo le quedaba presentar la solicitud final, ayer se entera que la tasa preferencial del 5,9% con la que había presupuestado el préstamo creció al 6,7 %.

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El cambio, tal como lo publicó ayer EXPRESO, rige para las solicitudes de préstamos que se presenten a partir de este mes y responde a una medida   tomada por la actual administración del Banco del Instituto de Seguridad Social (Biess) en aras de "mejorar la rentabilidad de la institución" que, en tiempos de pandemia, busca estabilizar sus cuentas, afectada por los bajos ingresos. Un cambio que, sin embargo, ha dejado a Priscila preocupada, tirando cifras y calculando qué tanto esto puede llegar a afectarle. 

220.000 DESAFILIADOSes lo que registra el IESS en el último año, como producto de la pandemia. Eso genera un hueco de $ 700 millones de ingresos

La medida también tomó por sorpresa a los actores del sector de la construcción, pues se contrapone, dicen, a la política de garantizar el derecho a vivienda que tienen los ecuatorianos y a la reactivación que requiere la industria. “Es una decisión desacertada y poco atinada que lo que va a hacer es ahuyentar a los pocos compradores que hay en el mercado”, sostiene Joan Proaño, vocero de Constructores Positivos.

Proaño dice entender los problemas de rentabilidad que tiene el banco, pero cree que la decisión no debe tomarse a costa de afectar a los afiliados de menores ingresos, sino corrigiendo las ineficiencias administrativas que viene arrastrando la entidad.

Junto a Jaime Rumbea, presidente de Apive, coincide en apuntar que los cambios deberían llegar ajustando gastos internos, reestructurando las tasas de los préstamos hechos al Estado (que se han fijado hasta en 4 %) o siendo más proactivos para recuperar los más de $ 489 millones invertidos en antiguos fideicomisos fallidos.

Freddy Monge, vicegerente del Biess, admitió a EXPRESO que este incremento de tasas implicaría un aumento de $ 30 en la cuota mensual, pero que se lo hace para preservar el patrimonio de los más de 3 millones de afiliados. No obstante, los dirigentes gremiales de este mercado creen que el impacto es mucho más que eso. 

Rumbea explica que elevar la tasa en cerca de 1 % implica encarecer el costo final del crédito (a un plazo de 25 años) hasta en un 6 % y mermar la cobertura del financiamiento. El cambio haría que el Biess tenga que reformular la capacidad de endeudamiento de sus clientes, una situación que llevaría a disminuir el capital que estaba dispuesto a prestar.

“La persona que la semana pasada tenía calificado un crédito por $ 90.000, hoy esa persona está recibiendo $ 84.230, pero ¿qué hace con el resto que le falta?”, se pregunta Rumbea, quien advierte que ahora mismo este cambio podría estar paralizando los trámites de todas las viviendas que están dentro de la categoría de interés social; es decir, de aquellas que están por debajo de los $ 90.000. 

“Quien hoy ingresaba su trámite de crédito para mudarse a su casa en dos meses, ahora le dicen que ya no puede porque necesita terminar de cancelar lo que le falta. Pero de ¿dónde saca esa plata, ahora, en medio de esta situación económica?”.

En esta industria se teme por el efecto de esta medida. Encarecer el crédito es desestimular la demanda y, por ende, los proyectos de construcción y la generación de empleo, dice Henry Yandún, gerente de Kubiec, una empresa que provee materiales para este sector. De ahí que confía en que la llegada de un nuevo Gobierno pueda revertir estas decisiones que van en contracorriente a las necesidades económicas del país.