Vecina. Evita Navarrete ama a su barrio, pero este dejó hace tiempo de ser el lugar que alguna vez la enamoró.

Ni los duenos de la casa se salvan de pagar el parqueo

Los dispositivos se instalan desde hoy en la Alborada. Los vecinos de la Víctor Emilio Estrada aducen que les quitan un derecho. La operadora dice que no.

Tiene 91 años y, sin embargo, no tuvo el mínimo reparo en levantarse del sofá en el que descansaba la mañana de ayer para salir hasta el frente de la vivienda y colocarse a un costado de uno de los 232 parquímetros que aparecen desde el fin de semana a lo largo de la avenida Víctor Emilio Estrada (Urdesa). Fue junto a este dispositivo que lanzó su reclamo: “Es una de las últimas pérdidas como urdesina”.

Evita Navarrete de Ruilova dice que llegó a este barrio cuando ni siquiera se había apisonado el terreno para la construcción de la mencionada avenida. “Lo primero que perdimos fue la tranquilidad. Esto se llenó de negocios. Luego de buses. Ahora me quitan hasta el derecho de parqueo”.

Reconoce que no todo es malo con los parquímetros. Con ellos se irán los franeleros, quienes habían secuestrado parte de la calzada. Pero si el asunto es formalizar esto, por lo menos que “nos devuelvan un parqueo. Creo que tenemos derecho. Solo uno, es justo”.

A lo largo de este corredor comercial quedan pocas viviendas, no más de 10, que aparecen salpicadas entre 1.800 negocios varios. Justo en una de estas reside Gonzalo Tamayo, que en sus 33 años de vida no conoce otro lugar donde haya habitado que la del número 1108 de la Víctor Emilio Estrada. “Desde ahora el acceso al garaje quedará libre. Antes, nadie respetaba que tenemos un cartel que dice: No estacionar”.

Los últimos habitantes de la avenida principal de Urdesa creen que tienen cierto derecho. Parqueo Positivo, la empresa que invierte en la colocación de los dispositivo, les dice que no: a excepción de las personas con discapacidad reducida, residentes y propietarios de negocios deberán colocar monedas por la ocupación del espacio para su vehículo.

“Nos basamos en la ordenanza que establece a las zonas destinadas a los parquímetros como vía pública, por lo tanto no hay dueños particulares de las veredas”, puntualiza Francisco Gallo, el gerente.

El funcionario considera que las preferencias a moradores o empresarios podría originar un conflicto “porque todos exigirán un sitio”.

Mientras en Urdesa la socialización del sistema va por su quinto día, en la Alborada se inició esta madrugada la instalación de los parquímetros, específicamente en la avenida Rodolfo Baquerizo Nazur. Los trabajos finalizan la próxima semana para continuar en la Kennedy, con las vías Joaquín Orrantia, Víctor Hugo Sicouret y José Santiago Castillo.

Preferencia

Uso libre para grupo vulnerable

Solo las personas con capacidad reducida tendrán el uso libre del parquímetro.

Además del sello que simboliza a este grupo vulnerable y que es colocado en los parabrisas del vehículo, el beneficiario deberá presentar la credencial del Consejo Nacional de Integración para las Personas con Discapacidad (Conadis).

Parqueo Positivo busca normar el automotor calificado para usar de manera gratuita el equipo.

Resolución

Las motos no pagarán por parqueo

Parqueo Positivo destinará varios espacios de estacionamiento para las motocicletas.

Los parqueos para este tipo de vehículo liviano estarán fuera de la zona de los parquímetros, por lo que no deberán cancelar una tarifa.

El socio estratégico de la ATM recuerda que por motivo de seguridad, los puntos de estacionamiento exclusivo para las motocicletas serán ubicados en áreas distantes de las entidades bancarias.

Voces

Gonzalo Tamayo Cevallos, habitante del sector

De alguna manera nos devolverá cierta tranquilidad. Antes, la calzada era tomada por los franeleros que disponían del parqueo y los dueños perdíamos el derecho de uso.

Antonieta Palacios Jara, arquitecta e historiadora, residente

Es un sistema que busca normar el uso del parqueo. Estoy de acuerdo con la colocación de los parquímetros, esto va a limitar y a ordenar el uso de los espacios.

Carlos Flores López, vecino, fue parte de la empresa que urbanizó Urdesa

Me parece muy bien. En mi caso, tenía que pelearme con quienes estacionaban frente a mi casa. A mi esposa debía movilizarla en silla de ruedas y nunca había espacio libre.