Actualidad

El duelo inmortal define el 2017

Emelec y Barcelona se juegan más que tres puntos en el choque de mañana. La campaña de ambos puede decidirse en el Capwell.

Contraste. El equipo de Guillermo Almada ha sido un mejor visitante que local. En esta etapa solo cayó dos veces en ocho partidos fuera de casa.

Decir que un partido marca todo el trabajo de un año puede resultar infame, pero los tres puntos de este último Clásico del Astillero del 2017 significan todo para Emelec y Barcelona. El dueño de casa quiere ir a la final del campeonato con Delfín y Barcelona no quiere cerrar esta temporada con las manos vacías, su único consuelo, clasificar a la Copa Libertadores del 2018.

El capitán de Barcelona, Matías Oyola, admitió que “necesitamos los puntos ante Emelec para el objetivo, que es clasificar a Copa Libertadores, tenemos que ganar los cinco partidos que nos quedan”. Mientras que Holger Matamoros, del Bombillo, no quitó importancia al nombre propio de estos partidos: “Los Clásicos se juegan a muerte y hay que ganarlos, nosotros venimos mejorando y queremos llegar a la final”.

Ambos tienen un rival directo y precisamente no son ellos. Delfín ha sido la horma en el zapato de los eléctricos en toda esta temporada. En cuatro partidos, el cuadro manabita logró dividir puntaje en tres de ellos, y en uno pudo despedir al cuadro azul sin unidades. Esto hace que Emelec no pueda perder puntos, peor en casa, viendo que Delfín tiene un calendario un poco menos complejo que el del tricampeón.

Barcelona vive una total ironía en la recta final. A pesar de llegar a semifinales de Copa, su boleto a la próxima edición está en juego. El Ídolo sigue de cerca a Macará, de gran campaña en este 2017, ya que es el club que separa a los toreros del último boleto al certamen. De conseguir un triunfo, el camino no queda del todo iluminado, pero sí con mayor luz, sobre todo porque cierran la segunda etapa ante los ambateños en el estadio Monumental.