Duele e indigna Venezuela
Mucho se ha escrito sobre el drama que vive el pueblo venezolano, obligado a un éxodo al peor de los destinos: la incertidumbre. Duele observar columnas interminables de emigrantes caminando por carreteras extrañas, huyendo de una situación que ya no soportan, ante la falta de garantías, alimentos, medicinas, seguridad y servicios públicos que sufren en su país. Han perdido toda expectativa de que la situación cambie; sienten que los han despojado hasta de su esperanza, que perdieron toda posibilidad de construir un futuro en su propio país.
No hay pretexto político o ideológico que justifique a un gobierno generar un ambiente que impulse masivamente a sus gobernados a emigrar a tierras extrañas, exponiéndolos a toda clase de riesgos, carencias, separando familias que se destruyen sin poder compartir un futuro común. No tienen otra alternativa que soportar en lugares desconocidos rechazos, explotaciones, malos tratos.
Indigna escuchar las burlescas expresiones del presidente Maduro, que abusando de la fuerza y sus torpezas, dice que compondrá la economía eliminando cinco ceros a la moneda, invitando con sorna a que ahorren, sabiendo que el salario no alcanza ni para medio alimentarse.
Rompiendo todo límite de cinismo, el presidente de la intrusa Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, completa la burla diciendo que la diáspora de sus compatriotas es un ‘show’ armado por opositores al gobierno, demostrando falta de sensibilidad humana y que solo les interesa seguir utilizando los recursos naturales del país para sus insaciables ambiciones politiqueras, y para tener poder y dinero, trasladando a otros países su terrible crisis humanitaria.
No hay opciones, es hora de exigir sin concesiones, desde todos los organismos internacionales, elecciones libres con veeduría imparcial de otros países, que restaure la democracia en la anteriormente atractiva Venezuela, sumergida en la peor de las crisis por el populismo falso y engañoso del fallecido Hugo Chávez, que exhibe como herencia, según información internacional, dejar a una hija como una las personas con más dinero en el mundo.