Los moradores deben barrer y lavar la calzada y paredes de sus casas los fines de semana porque los fiesteros las dejan sucias.

Las drogas y la insalubridad contaminan el aire de Sauces

Vecinos de la cuarta etapa denuncian que sus parques se han convertido en refugios de adictos. Los problemas se perciben durante el día y la noche.

A las 18:00 Bolívar Valenzuela, residente de la ciudadela Sauces 4, camina desde su vivienda, dos cuadras, para comprar el pan de la cena. A mitad del camino que lo conduce a la pastelería, en la segunda peatonal 5NE, hay un pequeño espacio recreativo en donde desde hace mucho ningún niño juega y ninguna pareja de enamorados se sienta a platicar. Lo único que se halla es a grupos de jóvenes consumiendo drogas.

“El olor los delata. Parece chimenea, puesto que el humo no solo se queda en los parques, sino que entra a nuestras casas y no podemos estar tranquilos”, dice el hombre, ya jubilado, mientras camina con su nieto de dos años en otro jardín situado en la cuarta peatonal 5 NE.

“Lo saco a pasear a este otro punto donde aún no han llegado los consumidores. Porque nosotros, los vecinos, cuidamos este espacio. Aunque sí tomo precauciones”. Menciona, además, que este último es el único de los ocho espacios recreativos de esa etapa que no visitan los adictos.

Como Bolívar, el resto de moradores de ese sector del norte de Guayaquil también perciben todos los días y a toda hora el fuerte olor de marihuana y de ‘H’. EXPRESO recorrió los pasillos de esa etapa de Sauces y constató el problema.

“Pareciera que en ciertas casas venden drogas porque hay chicos que ingresan a ellas, salen fumando y con la sustancia en la mano se van a sentar a las banquetas de las áreas verdes o se ponen tras los arbustos”, comenta otro residente, quien prefirió no identificarse ni dar a conocer la manzana donde vive por precaución.

En esa ciudadela, siete de los ocho parques, según se quejan los residentes, están llenos de montes y causan desconfianza a los transeúntes.

“Ante el abandono o el estado en el que se encuentran, los que se atreven a entrar son solo los adictos. Es una pena, lo estamos perdiendo todo”, lamenta Gloria Camacho, otra residente, quien vive en uno de los bloques situados en la avenida principal.

El grupo policial, comandado por el subteniente Galo Portilla, que vigila la zona, indica que las denuncias sobre intimidación o consumo en los espacios públicos no son algo que recibe con frecuencia en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC). Sin embargo, corrobora que los consumidores se han tomado los sitios.

Según los oficiales, continuamente recorren a pie los callejones, requisan a los consumidores y les exigen abandonar el lugar. “Pero eso es un juego del gato y el ratón”, como dicen los afectados. Si la policía desaloja a los fumadores, estos regresan después.

El problema de fondo, a juicio de quienes conviven con esta situación, está latente en la avenida principal, Rodrigo Ycaza Cornejo. Allí, en esa calle que divide a Sauces 4 del 3, de jueves a sábado llegan decenas de personas a comprar alcohol en las licoreras. Los ‘fiesteros’ se instalan en las veredas, parterres y en las entradas de las viviendas, en donde al día siguiente dejan una insalubridad evidente.

Se observan botellas y vasos de cervezas regados por todas partes. Las paredes y las esquinas de las viviendas son usadas como baños públicos. “Todas las mañanas de los fines de fines de semana nos vemos obligados a trapear con detergente la acera, los patios y las paredes de nuestras viviendas. Muchos de los que toman en la vía son los mismos que van a fumar en nuestros parques”, precisa Naty Chancay, quien atiende uno de los restaurantes de la Rodrigo Ycaza. Como ella, el resto de propietarios de locales de esa calle se quejan de la situación.

Ante este panorama, EXPRESO consultó al Departamento Municipal de Justicia y Vigilancia cuáles son las medidas que tomará al respecto. Renato Cuello, especialista de control de centros nocturnos, indicó que este jueves 11 de abril se realizarán las clausuras de los sitios que ofrecen alcohol y provocan la aglomeración de los usuarios en el sector que ocasiona las quejas.

Las voces

“Siempre percibimos el humo de estupefacientes desde el interior de la casa. Es un problema frecuente en esta ciudadela. Y la insalubridad en la vía es constante”.

Raúl Montalván, urbanista y morador de Sauces 4.

“Todas las mañanas nos toca trapear la vereda con detergente. Porque lo dejan mojado con un olor que es insoportable. La gente utiliza la acera como baño”.

Naty Chancay, propietaria de uno de los restaurantes de la calle principal.