Donación. Las indígenas llevaron las frutas que obsequiaron en el ritual.

Dos pueblos cierran festejos del Inti Raymi

Danza. Como parte del acto el grupo de música autóctona de Zaruny y Peguche Huambracuna, de los anfitriones participó el grupo Amarun.

Los pueblos otavaleños y puruhaes, ambos kichwas, se tomaron simbólicamente la plaza “roja” de Riobamba para intercambiar saberes y poner fin a las celebraciones de la mayor fiesta de los pueblos andinos en honor al tayta Inti (Sol).

Un desfile por el centro de la ciudad dio inicio al evento la noche del pasado sábado con la presencia de mujeres otavaleñas, ataviadas con su vestimenta originaria y cargadas sobre su cabeza los medianos (regalos de alimentos crudos o cocinados); y seguidas por el Aya Huma (personaje de la fiesta, líder que lleva un disfraz de doble cara, que significa la dualidad del mundo andino) y representantes de su pueblo.

Mientras que los delegados del Pueblo Puruhá, acompañados por danzas típicas, llevaban los castillos que consisten en maderas amarradas emulando una chacana, cruz andina que en kichwa significa ‘escalera al cielo’ y que encierra toda la cosmovisión de los pueblos originarios. En estos se colocaron ofrendas como pan, plátanos, naranjas, licor, etc.

Ambas delegaciones convergieron en el centro de la tradicional plaza Bernardo Dávalos, conocida popularmente como “roja” por el color de sus pisos. Ahí los castillos se entregaron a la familia Amaguaña, priostes de este año, y luego se procedió al zapateo evocando la toma simbólica de la plaza, para a continuación dar paso a los danzantes de la corporación Llajtaymanta y Tushuy Marka, que con sus bailes representaban los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, elementos primordiales que complementan el ciclo de esta fiesta espiritual, celebrada en agradecimiento a la Pachamama y al Tayta Inti por las cosechas de los granos secos. (F) PO