Visibilidad. Las cámaras instaladas en la parte trasera permiten un mejor control a los conductores.

Dos motivos llevan a poner camara trasera en los buses

Fernando Amador, director de Transporte Público de la Autoridad de Tránsito Municipal, ATM, asegura que esta medida se recomendó a los conductores para controlar a los pasajeros.

Con la disposición de que los pasajeros de los buses de transportación urbana desciendan por la puerta trasera, los conductores de algunas cooperativas reportan dos problemas: la dificultad de observar esa área del vehículo cuando este va lleno; y el uso de este acceso por parte de los delincuentes.

Por ello, un grupo de transportistas ha optado por instalar cámaras de vídeo y sensores de movimiento en las puertas posteriores, como respuesta a las constantes quejas de los usuarios y algunos actos delictivos ocurridos en las unidades, indica César Carranza, presidente de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug).

“Empezamos desde que se inició el primer corredor vial, actualmente, algunos buses ya tienen las cámaras porque el propio conductor ha pedido la instalación, ya sea por temas de seguridad o visión”, manifiesta.

Fernando Amador, director de Transporte Público de la Autoridad de Tránsito Municipal, ATM, asegura que esta medida se recomendó a los conductores para controlar a los pasajeros.

“No todos los buses tienen las cámaras, los más antiguos las incorporan poco a poco para mejorar su operación. Esto se da para controlar que los conductores vayan con las puertas cerradas y que no se suban personas por la puerta de atrás”, indicó el funcionario a Diario EXPRESO.

El problema toma fuerza en las ‘horas pico’, cuando los buses van colmados de estudiantes, trabajadores y demás pasajeros, quienes obstaculizan la vista de los choferes cuando alguien solicita su respectiva parada.

En tanto, los pasajeros reclaman que los choferes cierran la puerta de manera precipitada o no respetan los paraderos. Incluso, que hay buses que por seguridad cierran esa puerta al transitar por zonas periféricas.

Amparo Merchán tiene 42 años y se moviliza en dos colectivos para dirigirse a su trabajo. Afirma que hay unidades en que no funcionan los timbres para solicitar la parada. “En algunos autobuses no valen y toca gritarle al conductor, también hay que tener en cuenta que hay muchas personas que necesitan un poco más de tiempo para bajar porque son de la tercera edad o discapacitados”, agrega.

La implementación de los equipos se extiende a otras líneas, además de las del Corredor 1. Entre ellas, la cooperativa Ebenezer (línea 107), según indica el gerente, Jorge García.

“En nuestro caso tenemos 15 de 30 unidades con la instauración de las cámaras, esto se hace por las constantes revisiones y para que no haya ese ajetreo, gritos o insultos hacia los choferes cuando el pasajero baja”, dice.

Agrega que esos equipos ayudan a contrarrestar los delitos. “Hay casos en que los delincuentes viran las cámaras para no ser observados, pero con las otras cámaras se los logra detectar, por ende, sí ha bajado un poco la delincuencia en los buses”, afirma.

Sistema

Tecnología para control en corredores

Con 104 paraderos pintados en la calzada, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) instauró el primer corredor vial, el pasado 11 de febrero.

Actualmente, todos los automotores deben estar pintados con los colores de la bandera de Guayaquil y se les ha incorporado un sistema de geolocalización. Para octubre próximo se prevé que esté listo el segundo corredor vial con 131 paraderos, donde se les incorporará una plataforma tecnológica para el servicio.