Domingo de Adviento:

Estamos en tiempo de espera y esperanza segura, antes de que naciera el Mesías de su seno virginal, para salvarnos. En este tiempo de Adviento recordamos los acontecimientos por los que pasaste antes de nacer, y esto es para que aprendamos a tener confianza en ti y paciencia en cada dificultad e incomprensiones.

Ayúdanos Niño Jesús a preparar nuestro espíritu para recibirte con amor y alegría en esta Navidad. Oh Niño Jesús que naciste en Belén, palabra que significa la “casa del pan” ya que Jesús es el Pan de Vida que recibimos en la eucaristía. Él es la paz que nos trae a nosotros y a nuestra familia.

Aprendamos de ti a trasmitir la buena nueva, que con nuestras actitudes no seamos motivo de división en la Iglesia que la formamos todos.

Que nuestros corazones sean desde ahora como blandos pesebres, así como te encarnaste en el vientre de María Virgen y te hiciste nino para salvarnos. Demos testimonio, señalemos a otros el camino demostrando sentimientos de paz.

En este próximo tercer domingo de Adviento (16), Jesús está muy cerca de nosotros y llega con alegría. Los Misterios Gozosos del Rosario son misterios de alegría. Los Misterios Dolorosos los hemos provocado nosotros. Súplica: “Te adoramos Niño Jesús y te bendecimos” porque viniste al mundo para salvarnos.

Martha Reclat de Ortiz