Al doble o nada
Los amarillos están sextos en la acumulada con 54 puntos. Debe rematar cuarto para ir a Copa. Emelec es segundo con 29 puntos, dos menos que el líder Delfín. Si gana los dos clásicos superará al cétaceo.
Los canarios llegan en ascenso
El sabor agridulce de la eliminación copera aún ganando en Brasil es cosa del pasado en Barcelona. Ahora el Ídolo mira su presente en el torneo nacional y es mejor que el de hace dos meses y medio, cuando no sabía lo que era ganar.
Dos victorias consecutivas ante Liga de Quito y Guayaquil City, respectivamente, es una muestra de que los canarios están metidos de lleno en el campeonato nacional para jugar la próxima edición de la Copa Libertadores.
Su escollo más inmediato es Emelec el miércoles, su acérrimo rival, que pelea por acceder a la final ante el Delfín, algo que numéricamente se presenta imposible para los amarillos, sin embargo, no deja de ser un aliciente impedir que el clásico adversario se coloque con toda la ventaja para luchar por otro cetro.
Guillermo Almada, entrenador de los toreros, solo piensa en recuperar a su plantilla del desgaste de la doble competición, así como poner en óptima forma a los elementos con dolencias físicas para enfrentar al Bombillo, en lo que será el tercer partido entre ambos equipos en la temporada.
“En Barcelona sabemos lo que significa un Clásico”, manifiesta el técnico charrúa, quien sabe que en el transcurso de 10 días medirá dos veces a los eléctricos y que de aquello dependerá en gran parte estar en la Copa del 2018, una obsesión dentro de la tienda canaria.
Dejaron puntos en el camino
En términos tenísticos se podría decir que al empatar con Delfín en el Capwell, Emelec perdió uno de los tres “match point” que tenía para ganar la segunda etapa del campeonato nacional, por lo que el miércoles frente a Barcelona no puede cometer otro “error forzado”.
Hace dos semanas el Bombillo tomó la punta del torneo, por primera vez desde que Alfredo Arias lo dirige. Lejos de consolidarse, en las siguientes semanas perdió cuatro de los seis puntos disputados (1-0 con Macará y 0-0 ante Delfín).
El segundo “match point” lo pondrá en juego pasado mañana en el Monumental, en un partido crucial, porque de no salir victorioso complicará su futuro, en el que aparecen: Fuerza Amarilla, Liga de Quito y El Nacional (de visitante); Barcelona, Independiente y Guayaquil City (de local).
Los azules saben que ante Barcelona se juegan algo más que los puntos y en esta ocasión el premio se presenta más atractivo, porque además de recuperar el liderato, un triunfo dejaría al tradicional rival herido de muerte en su intención de buscar un cupo a la Libertadores.
Antes de recibir a Delfín, el arquero Esteban Dreer anticipó que los dos clásicos “podrían ser el punto de quiebre” en el semestre, porque si su equipo sale bien en estos desafíos podría sacar “una ventaja difícil de remontar”, reconociendo que hoy los favoritismos no cuentan. JSN - MGD