Disquisiciones electricas

Empiezo por la propuesta de comenzar a cambiar la iluminación pública de origen flourescente o incandescente, a luces led (diodos emisores de luz por sus siglas en inglés). Efectivamente, un alumbrado público generado por electroluminiscencia es más barato, puesto que consume menos energía eléctrica, tiene mayor durabilidad, es más versátil en su aplicación y produce otros ahorros que lo hacen deseable. Conozco que hay propuestas esperando resoluciones de funcionarios que bien harían en no dilatar sus respuestas, de modo que la ciudad pueda lograr los múltiples beneficios que le significaría el estar bien iluminada. Además, entiendo que las condiciones son ventajosas en razón de que se desea promocionar el sistema. Vale la pena definir el asunto, cuando múltiples capitales del mundo están iluminadas con luces led.

Otro tema electrizante lo determinan las sucesivas victorias del Emelec, que avanza sin complicaciones hacia su estrella número quince. Ojalá no le surjan complicaciones en el camino. Algunas son inexplicables y vale cuidar que no le ocurran al popular cuadro porteño. Por supuesto, esta mención, a más de los méritos del Bombillo, está inspirada en la increíble situación que está sucediendo en la Argentina en razón de una complicada definición entre los dos grandes: Boca Junior y River Plate. Sin duda, más allá de lo futbolístico están en juego no solo las pasiones de la hinchada sino también las generadas por razones económicas y políticas. Es decir, lo que sucede huele a dinero, a demagogia y hasta a mafia. El amor a la pelota se escribe con p de pueblo y también con p de Perón.

Finalmente, me parece necesario pedir claridad plena en el tema de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Cada día surge una información diferente y, por supuesto, comienzan a generarse contradicciones inaceptables. Como lo advirtió a su tiempo la periodista Patricia Adams en su libro Deudas odiosas, las obras contratadas siempre cuestan más de lo presupuestado, generan menos de lo proyectado y tardan más tiempo en su construcción, generando, eso sí, grandes deudas.

P.S. Lo de los buses eléctricos lo trataré después.