
Disputa de territorios se salda con muertes
La delincuencia no da tregua en la 25 de Enero, una de las cooperativas de viviendas asentadas en el Guasmo Norte -zona sur de Guayaquil-. Los moradores coinciden en que el lugar resulta tranquilo, pese a los asaltos que se suscitan a diario, pero que
Pamela Vera / Cristina Bazán (I)
La delincuencia no da tregua en la 25 de Enero, una de las cooperativas de viviendas asentadas en el Guasmo Norte -zona sur de Guayaquil-. Los moradores coinciden en que el lugar resulta tranquilo, pese a los asaltos que se suscitan a diario, pero que -lo ocurrido la noche del martes- los dejó más que preocupados.
Alrededor de las once de la noche, dos hombres y una mujer fueron baleados mientras se movilizaban en un auto gris, de placas GPD-462.
Los moradores no saben con certeza por qué los ocupantes de otro vehículo que los seguían les dispararon, sin detener la marcha del automotor.
Sin embargo, las autoridades ya tienen sus hipótesis. El fiscal de la Unidad de Flagrancia de Guayaquil, Víctor González, dice que “todo apunta a que fue por pelea de territorio” entre bandas dedicadas al microtráfico de drogas.
El funcionario confirmó que en los bolsillos de una de las víctimas, Luis Antonio Silva Villegas, de 29 años, quien era conocido como ‘Tuerto’, hallaron una pequeña funda con una sustancia que se presume es droga.
El coronel Germán Cevallos, jefe de la Dinased Zona 8, añadió que Silva tenía antecedentes por robo, y era el que se encargaba del expendio. “Los otros dos eran taxi amigos, pero aún se investiga para descartar o analizar otras hipótesis”.
El oficial explicó que en el vehículo en que iban las víctimas, además de la droga, encontraron dinero de la venta de sustancias estupefacientes.
De las investigaciones preliminares, según Cevallos, se conoce que los integrantes de la organización a la que supuestamente pertenecía ‘Tuerto’, estaban distribuyendo ‘H’, mientras que otra se dedica a la cocaína. “Y, justamente ellos los quieren sacar de circulación. Todo es por microtráfico”, dijo el oficial.
“Cuando salimos ya no había nadie... Nadie los conoce en este sector, parece que estaban vendiéndole droga a unos muchachos y como los venían siguiendo, las personas que estaban en el otro carro les dispararon sin bajarse de él”, corroboró un morador que se despertó asustado junto con su familia al escuchar cerca de su casa el sonido de las balas.
El lugar del crimen está ubicado a unos 150 metros de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) y, según los moradores, los agentes sí realizan algunas rondas durante la noche.
“Juan” reside en el sector desde hace 15 años. Tiene un asadero de pollos en la esquina de la calle donde ocurrió la balacera. Está agradecido a Dios de haber cerrado temprano su local. Los disparos se escucharon como media hora después de que cerrara el negocio (22:30).
Marcia reconoce que los asaltos ocurren casi todos los días, pero que nunca habían asesinado a alguien en ese sector. “Los crímenes son en otros lugares del Guasmo... aquí es tranquilo en ese sentido”, asegura.