La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía (Confeniae) difundió hoy, 21 de octubre de 2019, el comunicado de las disculpas que les ofreció a las comunidades el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, por la expresión “recomiéndeles que se queden en el páramo” empleada en una entrevista a un canal de televisión, el pasado 8 de agosto, en la que él se refirió a las manifestaciones violentas que se registraban en ese momento en el país.

En la misiva dirigida a Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena de Cotopaxi, y Jaime Vargas, presidente de la Conaie, el alcalde Nebot indica que la “respuesta a Ecuavisa tuvo relación con una pregunta sobre cuál sería la reacción ante la actitud agresiva de un grupo de personas, integrado también por indígenas, que supuestamente vendrían a Guayaquil a enfrentar nuestra marcha (la del 9 de Octubre para pedir paz y por las fiestas de Guayaquil”.

“Queda claro en qué situación, por qué y a quiénes me referí cuando utilicé la palabra ‘páramo’ (...) La expresión utilizada por mí ni es general ni implica ‘odio’ o ‘racismo’, pues no solo que no los practico, sino que condeno ambos”, escribió el líder político a los indígenas.

La respuesta de Nebot llegó un días después de que Jaime Vargas ofreciera disculpas al presidente Lenín Moreno y animara al exalcalde de Guayaquil y a otras personas, que emitieron expresiones ofensivas contra los indígenas, a imitar su accionar.

A través de su cuenta oficial en Facebook, el líder indígena dijo: “En el contexto del Paro Nacional y Levantamiento Indígena, en un momento en que me expresaba con iras sobre las acciones del Presidente de la República, tras la muerte de hermanos y hermanas de nuestras bases, utilicé un epíteto refiriéndome a su condición de discapacidad. Si haber usado ese lenguaje requiere que yo me disculpe, lo acepto y lo hago con todas las personas a quienes esto haya ofendido de forma particular”.

También pidió comprensión —por sus expresiones— ante la “gravísima situación vivida en esos momentos en el Ágora de la Casa de la Cultura”, en cuyos alrededores se registraron, entre el 5 y el 13 de noviembre, los más fuertes enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes, entre los que se indicó en su momento que hubo infiltrados que intentaron desestabilizar al gobierno del presidente Lenín Moreno. La paralización indígena, que empezó con la de los transportistas, terminó el 13 de octubre, tras un acuerdo gobierno-indígenas que derogó el decreto ejecutivo que eliminaba el subsidio a las gasolinas extra y ecopaís y el diésel, y que fue el detonante de las protestas.