La direccion es nuestra decision

Al escribir estas letras ha llegado a la Asamblea, para discusión, la proforma presupuestaria para 2019. Lo que se discute es muy importante porque las cifras que se aprueben implicarán el mensaje de la dirección que tomará el Estado, y por tanto afectarán las decisiones de los actores económicos. La presencia de un déficit pronunciado implicará nuevos impuestos, lo cual podría disuadir al sector productivo a realizar nuevas inversiones; por el contrario, cifras fiscales ordenadas enviarán señales de un ambiente estable y un aliento a la expansión, ampliación del empleo y consecuente consumo. Hay que reconocer que, a pesar de haber heredado un problema estructural serio en el nivel de gasto público, la decisión de modificar el subsidio de ciertos combustibles va en la dirección correcta. Es una decisión valiente. Sin embargo, la posibilidad de introducir un nuevo sesgo, esta vez dirigido a entregar a precio diferenciado en combustible a los taxistas, creará sin dudas un mercado paralelo, estimulando la incorrección por parte de funcionarios, y haciendo muy difícil o conflictivo eliminarlo en el futuro. Los precios diferenciados de productos similares auspiciados por el Estado terminan enriqueciendo a pocos, y como ejemplo solo bastaría ver lo que pasó en Venezuela con el dólar de importaciones. No obstante, en lo positivo, Ecuador tiene oportunidades únicas para moverse en la dirección correcta: la apertura comercial hacia Europa nos obligará a ser más competitivos y creativos si queremos gradualmente exportar productos diferenciados. La conciencia de necesitar un acuerdo comercial con Estados Unidos, el cual nos ofrezca condiciones al menos similares a las de nuestros vecinos, nos estimulará a lograr acuerdos al interior del país. La creciente percepción de que el hueco actuarial de la seguridad social nos va a tragar si no hacemos algo, nos forzará a actuar. En otras palabras, a veces las personas nos movemos por construir y otras veces por no ser destruidos, y al final no importa la razón, pero si nos movemos en la dirección correcta, el 2019 puede ser positivo.