Dificil: U. profesional y de investigacion

Cuando los tecnócratas del correato diseñaron la ley absurda, abolieron la autonomía, se tomaron las universidades e impusieron su visión de esas instituciones. Estos delirantes y corruptos PhD de Odebrecht pensaron que era fácil conjugar la universidad profesionalizante y de investigación. Omitieron que ellas desde 1970 son universidades de masas. Su tasa demográfica desborda toda posibilidad de planificación y racionalización objetiva. Desde la abolición del examen de ingreso, universidad y docencia se someten a la demanda social. Debido a ello son más un conjunto de reacciones instintivas, y no racionalidad científica, técnica, analítica y crítica. Hasta hoy el pensar riguroso es precario pues la mediocridad lo asedia e incluso lo amenaza.

Actualmente es casi imposible hacer profesionalización e investigación en ellas. El correato impuso una mentira: “el PhD es un profesor e investigador que enseña y hace esto”. Nunca dijo que no es educado para la docencia en educación superior. Incluso, en el absurdo que raya en la tontería, al docente le impusieron 8 horas diarias de clases, dirigir tesis y vínculos con la comunidad y elaboración de informes diarios (según actividades asignadas, que son más de 5). Además, debe “ser investigador activo y propositivo” (¿?). La historia de las universidades del país desde hace medio siglo señala constantemente las graves dificultades que se dan en quienes buscan conjugar armónicamente el número de horas clases asignado y el tiempo de investigación. Es un viejo problema que ya lo señalaron los informes de Lucas Pacheco, Iván Carvajal y otros universitarios que se atrevieron a pensar la universidad como un proceso y producto social, científico, técnico, cultural, etc. Esto nunca les interesó a los siervos del correato.

Por eso los institutos de investigaciones mueren de inanición y sufren de anemia crónica; mucho más en la década robada. Por eso, Dr. Passailaigue, lo primero es encontrar las posibilidades y los investigadores-docentes, y no los docentes a los que se quiere obligar a investigar para llevar adelante una tarea que es necesaria, pero que requiere racionalidad y no delirio ideológico de socialistas mafiosos y corruptos.