Destituiran a Trump
Por primera vez, gente razonable en Estados Unidos ha comenzado a especular con la posibilidad de que el Senado condene al presidente Donald Trump en un juicio político y lo destituya. Puede que la probabilidad todavía parezca baja, pero la posición de Trump se está debilitando, y las encuestas de opinión le son cada vez más contrarias. Se da ampliamente por sentado que la Cámara de Representantes aprobará la moción de acusarlo formalmente y someter su presidencia al juicio del Senado, donde se necesitan dos tercios de los votos y los republicanos tienen mayoría. Trump viene teniendo una conducta casi histérica en público, y se expresa en forma cada vez más imprudente y vulgar. Y cometió grandes errores en política exterior que enfurecieron a miembros de su propio partido. La retirada de tropas estadounidenses del noreste de Siria acordada entre Trump y el presidente turco Erdogan provocó un desastre (una vez más, EE. UU. traicionó a sus aliados kurdos). Rusia, vaya sorpresa, está una vez más en el centro de la política exterior de Trump, Este quería que el nuevo presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, investigue un mito que le metió en la cabeza su abogado personal, Rudolph Giuliani: que Ucrania ayudó a su rival en 2016, Hillary Clinton. La participación de Giuliani en el escándalo ucraniano se ha vuelto cada vez más evidente en EE. UU. y un ejército de periodistas está tratando de rastrear en qué otras cosas con incidencia en política exterior e interna del país anduvo, y la identidad de sus otros clientes. El personal del Departamento de Estado está cada vez más desmoralizado por el papel de Pompeo como ejecutor de la agenda política de Trump, en particular su aparente falta de protección a Yovanovitch, una respetada funcionaria de carrera del servicio exterior. El error colosal de Trump al acceder al pedido de Erdoğan de sacar tropas estadounidenses para que Turquía pudiera invadir el territorio controlado por los kurdos en el noreste de Siria empeoró considerablemente su situación política. Los kurdos tienen el apoyo de demócratas y republicanos por su lealtad a EE. UU. en Irak y Siria, y ahora EE. UU. los vendió. El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell; dijo que “una retirada precipitada de fuerzas estadounidenses de Siria sólo beneficiará a Rusia, Irán y el régimen de Asad, y aumenta el riesgo de que ISIS y otros grupos terroristas se reagrupen”. La defensa de Trump fue realmente estrambótica. Hace poco perdió una demandas judiciales, incluida una por la que deberá entregar sus declaraciones de impuestos al presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes y otra sobre su declaración de una emergencia de seguridad nacional para desviar fondos edilicios del ejército hacia la construcción de su infame muro. Ahora amenazó con demandar a la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, y al presidente de la Comisión de Inteligencia, Adam Schiff, por intentar iniciarle juicio político. Si la Cámara aprueba una acusación formal a Trump, subsiste el hecho de que en el Senado hay muchos menos votos de los necesarios para condenarlo y destituirlo. Pero que el Congreso (incluido el Senado) esté dispuesto a seguir tolerando la peligrosa conducta del presidente (que pone en riesgo la seguridad nacional) está realmente en duda.