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Pedido. A los centros médicos de la Cruz Roja, en la ciudad de Quito, acuden ciudadanos que ya fueron inmunizados para solicitar los test.Cortesía

Antes y después de la vacuna: una prueba mide la respuesta

La Cruz Roja Ecuatoriana ofrece el test. Permitirá evaluar la condición de los pacientes. La Arcsa dice que es innecesario porque se vacunará a todos

Desde el inicio del proceso de inmunización en contra de la COVID-19, la Cruz Roja Ecuatoriana incorporó a sus servicios las pruebas de control de vacunas.

¿De qué se trata? Marcela Cevallos, gerente de los Centros Médicos Cruz Roja, indica que el objetivo es determinar la efectividad del suministro de la vacuna. Se ha implementado en su laboratorio y va a pacientes en pre y posvacunación.

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Cevallos explica que esa posibilidad permitirá evaluar la condición del paciente para recibir la vacuna. Luego se hace una valoración de la respuesta inmune artificial a la proteína S (Spike) del SARS-CoV-2. De esa forma se puede establecer la efectividad de la dosis y la respuesta inmune en el organismo del paciente.

¿Qué es la proteína S? Cevallos explica que es la proteína particular que se encuentra en la estructura molecular del SARS-CoV-2 y “es específicamente aquella que produce toda la malignidad del virus”.

Señala que se encuentra en la superficie, sobresaliendo como espigas del virus y mediante ellas se transmite la genética del virus que provoca el síndrome respiratorio agudo.

Añade que la proteína S no es detectada por otra prueba y también es el objeto de estudio para el desarrollo de vacunas.

La gerente puntualiza que las vacunas, sintéticas o de virus atenuado, están orientadas a generar los anticuerpos para la proteína S y lo que desarrolla, después de que una persona se ha contagiado, es inmunidad natural o cuando se inocula al paciente, inmunidad artificial.

El protocolo adecuado para su aplicación es que el paciente, 72 horas previas al suministro, pueda aplicarse el test. Se dirige sobre todo a pacientes que ya han padecido la enfermedad y estuvieron en proceso de convalecencia temprana o posterior algunos meses atrás.

La prueba permite determinar si el paciente tiene inmunidad natural, en cuyo caso potencialmente no necesitaría la vacuna, al menos en los meses siguientes mientras va disminuyendo su inmunidad natural, cuenta la funcionaria.

Asegura que en el caso de la posvacuna se recomienda testear de 21 a 30 días tras la última dosis con la que se obtiene el 75 % de la respuesta inmune del organismo.

¿Por qué es importante la prueba? Comenta que todas las fórmulas tienen un pequeño o gran margen de error dependiendo de la marca y del laboratorio fabricante. En algunos pacientes potencialmente no surtirá el efecto de inmunidad artificial, por ende es importante este monitoreo para medirla.

La Cruz Roja dispone de un estudio aplicado a más de 3.000 pacientes que solicitaron ver el nivel de efectividad, incluso después de la primera dosis. Al ser la Cruz Roja una organización privada y sin fines de lucro si existen personas interesadas deben pagar 20 dólares. Eso incluye el chequeo médico previo y posprueba, en el caso que requiera asesoramiento.

Cevallos cree que en el futuro puede ser un protocolo necesario porque existe desinformación en la comunidad asumiendo que la vacuna es de por vida como sucede en el caso del sarampión o que requieren refuerzo. Especifica que las vacunas del SARS-CoV-2 para la enfermedad de la COVID-19 tienen un período determinado.

Jacobo Cepeda, de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), menciona que esa prueba es innecesaria para el programa de vacunación del gobierno porque la idea es vacunar a toda la población. Pero considera que si necesitan saber que nivel de anticuerpos le queda a una persona que ya le hayan vacunado o le haya dado COVID, ahí se podría estimar en una segunda fase del Programa Integral de Salud.

Epidemiólogos consultados por EXPRESO también consideran innecesaria la aplicación. Un experto que pidió la reserva de su nombre indicó que la efectividad de la vacuna se evalúa verificando la disminución de nuevos casos en la comunidad, y no vale la pena hacer evaluaciones de inmunogenicidad más allá de las evaluaciones que se hacen durante los ensayos clínicos.

El detalle

Vacunación. Hasta el 24 de junio, 1’245.371 personas se vacunaron completamente y parcialmente 1’234.643 correspondiente a 7.2 % de la población.