Ultrasonido en el abdomen luego de una liposucción.

Despues de la cirugia estetica: como cuidarnos

No basta con que el médico le diga que la intervención fue un éxito, para resultados cien por ciento satisfactorios, es fundamental observar y practicar ciertos cuidados.

Antes de una cirugía estética y después de esta, el anhelo de toda paciente es el mismo: lucir perfecta. Sin embargo, no basta con que el médico le diga que la intervención fue un éxito, porque para resultados cien por ciento satisfactorios, durante el posquirúrgico es fundamental observar y practicar ciertos cuidados que le permitan rápidamente superar el dolor, inflamación o retención de líquidos que pudieran presentarse. Lo primero: no se asuste y sepa las claves para cuidar de forma integral cada etapa de este proceso, y así evitar un retroceso en los resultados.

Primeras horas

Luego del procedimiento quirúrgico, sea ambulatorio o no, el paciente deberá permanecer entre 6 y 8 horas bajo el monitoreo posoperatorio del anestesiólogo o del enfermero, quienes revisarán los signos vitales y niveles de dolor, además de controlar posibles sangrados, explica la cirujana Priscila Alcócer.

Al llegar a casa, prosigue, el reposo es primordial, sin realizar movimientos bruscos. La duración del descanso dependerá del tipo de cirugía y la recomendación del cirujano.

¿Frío o calor?

El uso de compresas con hielo ayudará a desinflamar la zona, tomando la precaución de no aplicarlo directamente sobre la piel, para evitar el riesgo de una quemadura. “En la piel muchas terminaciones nerviosas se rompieron, interfiriendo en la sensibilidad de la persona”, acota Alcócer.

Recomienda, asimismo, evitar la exposición a temperaturas elevadas y al sol porque provocan un retraso en el proceso de cicatrización y pueden generar una mayor inflamación.

Tratamientos estéticos:

Como complemento, el médico guía al paciente hacia tratamientos estéticos no invasivos que contribuyan a acelerar la desinflamación y recuperación quirúrgica. Entre ellos están el masaje de drenaje linfático y el ultrasonido. El primero se recomienda durante la primera semana del posoperatorio y el número de sesiones dependerá de cada necesidad, señala el cirujano Juan Vargas. Las especialistas en estética Elizabeth Martillo y Mariana Mosquera los explican:

1. Masaje de drenaje linfático:

Esta técnica, que se realiza a partir del cuarto o quinto día tras la cirugía, consiste en dar masajes con movimientos suaves en el área intervenida, con el fin de restablecer el correcto funcionamiento del sistema linfático, que se ve afectado luego de una operación. Así, drenan los fluidos estancados hacia las cadenas ganglionares linfáticas sanas, logrando acelerar la cicatrización y disminuir la inflamación.

El tratamiento generalmente se aplica después de una liposucción, rinoplastia, elevación o aumento de mamas y estiramiento facial.

En el caso de una rinoplastia, por ser una zona donde existió fractura, los masajes no deben aplicarse directamente sobre la nariz porque eso generaría una inflamación, sino enfocarse en el área de las mejillas con movimientos hasta el cuello. Cada sesión dura entre una y tres horas. No deben someterse a esta técnica las personas que sufran de hipertensión o problemas cardiacos.

2. Ultrasonido:

Para potenciar los resultados, se utiliza este procedimiento como complemento del drenaje linfático. Trabaja con ondas sonoras que al alcanzar cierta frecuencia térmica reparan los tejidos intervenidos, permitiendo acelerar el proceso desinflamatorio. El número de sesiones es similar al del drenaje.

Revisiones médicas

Luego de cualquier procedimiento quirúrgico, debe seguir existiendo una comunicación directa y constante con el médico especialista mediante las consultas posteriores, que fomentan además un apoyo psicológico. “El acompañamiento al paciente luego de la cirugía debe ser permanente, no abandonarlos, para aclarar todas sus dudas y miedos. Eso asegura que los resultados sean los mejores”, comenta la cirujana Karina Moreno.

Alimentación sana

Al permanecer en ayuno antes del procedimiento, Alcócer recomienda que la primera ingesta de alimentos del paciente sea luego de ocho horas, comenzando con alimentos líquidos y ligeros como jugo o yogur. En los días posteriores, al estar pasando por un proceso desinflamatorio, poco a poco puede aumentar las raciones y el consumo principalmente de frutas, verduras y alimentos a la plancha o hervidos, evitando preparaciones con grasa y exceso de sal. Aclara la especialista que la educación alimentaria debe comenzar antes de la intervención guirúrgica, pues así se prepara al organismo y se evitan complicaciones posoperatorias, como por ejemplo, si se sometió a una liposucción, que se presente el efecto rebote.

Faja perfecta

Según nuestros entrevistados, el uso de la faja es un gran apoyo posquirúrgico, ya que reduce el tiempo de duración del edema. Sin embargo, hacen hincapié en que esta debe generar presión sobre el área, mas no impedir la circulación natural.

Al comprar una faja, Mosquera recomienda elegir una talla más grande de la habitual porque después de la cirugía la piel estará inflamada durante aproximadamente tres días. Además, fijarse en que la cremallera esté ubicada en zonas laterales para que no lacere la piel que está muy sensible. Y que tenga un forro de algodón o material hipoalergénico para proteger la piel.