Imagen referencial. Según las cifras oficiales, las mujeres embarazadas con más problemas de nutrición están entre los 15 y 19 años, seguidas por las de entre 20 y 49 años.

Desnutricion: una deuda pendiente

Es una deuda de la última década. El Gobierno no logró erradicar la desnutrición infantil. Lo reconocen las seis ministras del área social. Los esfuerzos que se han hecho desde el Ministerio de Salud, dicen, no han sido suficientes.

Es una deuda de la última década. El Gobierno no logró erradicar la desnutrición infantil. Lo reconocen las seis ministras del área social. Los esfuerzos que se han hecho desde el Ministerio de Salud, dicen, no han sido suficientes.

En el país todavía hay incidencia de los tres tipos de la enfermedad: aguda, moderada y severa. Y, a eso se suma el bajo peso en mujeres embarazadas que también está considerado como parte del mismo problema.

Según los datos de las tres primeras semanas de enero, la provincia con más desnutrición en niños es Guayas, seguida de Pichincha, Manabí y El Oro (ver infografía).

La ministra de Salud, Verónica Espinosa, reconoció que esta es una cuenta pendiente del Gobierno. “Definitivamente, la desnutrición sigue siendo una deuda pendiente para nuestro país”, dijo.

Pero también tiene argumentos de defensa. Ella recordó que la desnutrición infantil es la consecuencia final de una serie de problemas sanitarios, sociales, económicos, ambientales.

Y añadió: “Existe todavía una deuda pendiente y es lograr la intervención completa en todos estos factores, que parten desde que el niño es concebido. Desde el vientre de la madre surge esta problemática y el acompañamiento que el Estado, que el Gobierno, que los ministerios deben dar es fundamental”.

Y repartió responsabilidades. La ministra de Salud, quien lleva apenas un par de meses en el cargo, destacó también el rol de los gobiernos autónomos descentralizados, las comunidades y la familia.

En cifras: el índice de desnutrición infantil, en niños de cero a cinco años, fue del 23,9 % por cada 100 niños, al 2014”, detalló la ministra coordinadora de Desarrollo Social, Gabriela Rosero.

Ella sumó otro inconveniente en el escenario. La malnutrición. Es decir, en la forma en que se alimentan, no solo los niños, sino todos los ecuatorianos. Otra tarea, que reconoció, queda pendiente tras los últimos diez años de Gobierno.

¿Qué se ha hecho? El oficialismo dice haber invertido más de 600 millones de dólares en desarrollo infantil y atendido a unos 300.000 niños por año. Lo dijo la ministra de Inclusión Económica y Social, Lídice Larrea.

Desde fuera de las filas del Gobierno, la lectura es menos amable. Francisca Morejón, dirigente de la Red de Mujeres Políticas, explica que la desnutrición infantil se explica por los márgenes de pobreza que se mantienen en el país. No concuerda con las cifras del Gobierno: cree que la incidencia de la desnutrición es más elevada. “Desde hace 25 años, el índice no baja y eso es una muestra de cómo la pobreza no ha sido superada en el país”, dijo a este medio.

¿Medidas urgentes? La solución se dibuja desde dos vías. La primera, campañas informativas permanentes de parte del Ministerio de Salud sobre la importancia de la nutrición. La segunda, trabajar en la definición de una adecuada colación escolar para que los niños se alimenten bien. Lo dijo a EXPRESO el exministro de Salud, Iván Zambrano.

“Es un problema de Estado y el Estado debe ayudar con mecanismos de comunicación y de ayuda con los organismos de cooperación internacional. Erradicar el problema, requiere una política estatal”, dijo.