
El desafio final de Baca
Explicaciones. La Asamblea pidió ayer al fiscal que remita la lista de legisladores que serían ‘clientes’ frecuentes de la institución.
Hoy pudiera ser el último día de Carlos Baca Mancheno como fiscal general. Tendrá tres horas para exponer sus argumentos en el juicio político convocado en la Asamblea. Hasta ayer no estaban seguros los 79 votos que se necesitan para destituirlo.
Él adelantó que irá a decir su verdad. No irá a defenderse, sino que ofreció hacer revelaciones. Explicará, por ejemplo, “cuál es la situación por la cual esa paz aparente se rompió” “con información que el país necesita conocer”. De por medio está la supuesta ‘permisividad’ que hubo en el Gobierno anterior con el terrorismo.
Baca cree haber cumplido su deber. “Si la Asamblea me dice que me debo ir, me voy”, dijo. Pero irá a la ofensiva. Ayer, en una entrevista radial, llamó ‘cobardes’ a algunos legisladores. Los acusó de ser ‘clientes frecuentes de la Fiscalía’ y de ‘hacer política’ en sus pasillos. En manos del fiscal existen denuncias contra legisladores y exlegisladores o informes de Contraloría por enriquecimiento ilícito y otros, reconoció.
Aseguró que no se valdrá de esos datos para intentar mantener el puesto: “No me he graduado ni de canalla ni de compadrito lindo”, puntualizó.
La presencia de Baca Mancheno en la Fiscalía resulta controversial. Empezando por su cercanía con el expresidente Rafael Correa, así como su elección por intermedio del Consejo de Participación cesado.
Exfiscales como Fernando Lara creen que debe ser destituido porque no representa ninguna garantía para las investigaciones que se apuran y en las que están involucradas personas que auparon su designación. Su pasado también lo condena: “Fue parte de la Comisión del 30S que tiene graves denuncias: manipulación de videos y evidencias conforme se ha denunciado”, añade el exjuez Luis Fernández.
Pablo Encalada, exfiscal, opina que Baca ha tenido una actuación importante frente a los casos de corrupción, tanto así que un exvicepresidente está preso. Pero “su origen ilegítimo debe pasarle factura. Si no es la Asamblea será el Consejo de Transición”.
Otras voces, como la exfiscal Mariana Yépez o la exasambleísta María Paula Romo, coinciden en que no es el mejor momento para dejar a la Fiscalía en acefalía.
En la Asamblea, el panorama es similar. Ayer los asambleístas de las diferentes tiendas políticas todavía analizaban cuál será su decisión. Hasta el momento, hay más incertidumbres que certezas sobre qué pasará con el fiscal tras su intervención en el pleno de la Legislatura.
Las bancadas legislativas mantuvieron reuniones en la tarde y noche de ayer. Si bien, los legisladores dejaron en reserva su posición. “Hay que revisar el informe de la Comisión de Fiscalización que recomendaba el juicio político del fiscal Carlos Baca Mancheno”, repetían los diferentes legisladores.
Como están las cosas, la suerte del fiscal está en manos de las dos fracciones de Alianza PAIS: los morenistas con 44 legisladores y los correístas con 29. La oposición hace números, pero aún dice que le faltan al menos nueve votos. Se requieren 70 votos afirmativos para censurar y destituir a Baca Mancheno.