La derecha vuelve a triunfar en Colombia

A unque las encuestas daban como ganador al candidato Duque, la posición de Sergio Fajardo, quien terminó tercero en las elecciones y adelantó que votaría en blanco, insinuando a sus partidarios que hagan lo mismo, parecía que favorecería a Gustavo Petro, sin embargo, el candidato favorito ganó con un buen margen de votos.

Recordemos que en Colombia el voto no es obligatorio y que, por desgracia, buena parte de la población deja de ir a las urnas. La pregunta es: ¿Será por indiferencia? O es que se sienten defraudados por quienes asumen el poder.

Días antes de las elecciones, existía la inquietud de cuál sería la posición del Tribunal Electoral si el número de votos en blanco superaba al ganador.

No hubo tal cosa. El voto en blanco solo alcanzó un 4 %. De todos modos, la votación de Petro se ha considerado como un avance importante de la izquierda, en un país en el que la derecha puso la mayoría de los presidentes, con la circunstancia de que tanto el perdedor Petro, como su compañera de fórmula, asumirán el uno una curul en el Senado y la otra, en la Cámara de Diputados. Desde allí Petro se convierte en un líder de la oposición y así lo declaró cuando conoció los resultados finales.

Asuntos pendientes. Hay varios asuntos vitales que deben resolverse: la posición frente a Venezuela, ya que Petro había declarado anteriormente que reconocía la elección de Maduro, asunto que la mayoría de los Estados americanos han considerado ilegal, y la firma del acuerdo de paz con las FARC, el mismo que, para Duque, es necesario que sea revisado por cuanto se ha dejado en la impunidad a varios miembros que debieron ser juzgados por delitos de lesa humanidad. Petro, por su parte, no quiere que se toque dicho acuerdo.

Cuando se posesione Duque deberá definir la actitud que tomará Colombia sobre la inundación de inmigrantes que llegan de Venezuela escapando de la represión y la hambruna que existen en ese país, ya sea multiplicando los campamentos de ayuda humanitaria, como ofreció Petro, o cerrar las fronteras con su vecino y romper las relaciones bilaterales para aislar a Venezuela y precipitar la caída de Maduro.

Otro asunto es el narcotráfico. ¿Cómo se puede controlar los sembríos de coca en un país tan extenso como Colombia? Para los agricultores sembrar estas plantas les significa una utilidad mayor que cualquier otro producto. Luego controlar también la producción de la droga y el envío al exterior por todos los medios inimaginables, como los minisubmarinos que se han encontrado en el departamento de Nariño, colindante con Esmeraldas.

Las relaciones con Ecuador. En cuanto a su política con Ecuador, debe establecer con nuestro país una fórmula de cooperación permanente ya que el departamento de Nariño, como la provincia de Esmeraldas, está infestada de exguerrilleros que se han convertido en los principales narcotraficantes que afectan igualmente a los dos países. Y esos nuevos narcotraficantes irán aumentando, por los beneficios y las facilidades que encuentran debido a las débiles estructuras militar y policial que ambos países mantienen.

Nuestras fuerzas armadas deberán multiplicarse, so pena de seguir siendo invadidos por estos exguerrilleros fuertemente armados y entrenados, pues fueron miembros de la FARC.

Las fumigaciones. Tanto Colombia como Ecuador tienen que reforzar sus fronteras y esta vez, con la disposición de parte del gobierno vecino de fumigar con glifosato los sembríos de coca que existen en el territorio colindante al Ecuador, esperamos que no existan protestas de nuestra parte, ya que en la ocasión anterior, nuestro país reclamó aduciendo que afectaban a los habitantes de nuestra frontera. Como algo sabemos del tema fumigaciones, esa protesta se debió a gente movida por los narcotraficantes, ya que las fumigaciones se realizan cuando no hay viento y a muy poca altura. Basta con observar cómo se las realizan en las bananeras de nuestra Costa, y en nada afectan a los habitantes de las zonas productoras de banano.

Colombia es un país rico pero no se ha podido acabar con las diferencias en los grupos sociales. Los pobres son muy numerosos y Duque tiene que hacer todos los esfuerzos posibles para ir disminuyendo las diferencias sociales y económicas, teniendo en cuenta que desde ya tiene una oposición muy fuerte y capaz, liderada, como dijimos, por su rival derrotado: Petro, poderoso opositor.